sábado, 31 de mayo de 2008

CUIDADOS EN ALZHEIMER

Definición y prevalencia
Hay gran cantidad de términos para
describir estas característicasprincipalmente
consisten en un número
de síntomas psiquátricos y de
alteraciones en el comportamiento que
son parte del síndrome de la
demencia. ‘Características no
cognitivas’ es un término utilizado para
diferenciarlas de los aspectos
‘cognitivos’ de la demencia (por
ejemplo: pérdida de memoria,
alteracioness en el lenguaje). Los
síntomas psicológicos y de
comportamiento en la demencia
(BPSD) y las características
neuropsiquiátricas, son frases
alternativas aceptadas
internacionalmente (Finkel, et al, 1997).
Las alteraciones comunes se detallan a
continuación, junto con su prevalencia
en la demencia:
Síntomas psiquiátricos
Cambio de personalidad 100%
Depresión entre 25-65%
Alucinaciones
(visuales y auditivas) 15-20%
Ideas paranoicas 30%
Errores de Identificación 20%
Manías 2%
Alteraciones en el
comportamiento
Agresión (física o verbal) 20-30%
Agitación más del 80%
Deambular 25%
Desinhibición sexual 10%
Incontinencia
(predominantemente urinaria) 50-60%
Aumento del apetito 5-10%
Gritos 5%
Dado que estas características han
sido descritas y medidas muy
recientemente en la literatura científica,
existe una amplia variación entre los
estudios que estiman su prevalencia
(Burns, et al, 1990; Allen and Burns,
1995). Pueden ocurrir en determinados
momentos durante la enfermedad y
luego desaparecer, por ejemplo: los
síntomas psiquiátricos tienden a ocurrir
en períodos relativamente tempranos y
las alteraciones de comportamiento en
los más tardíos. Puede haber grandes
diferencias entre tasas de prevalencia,
en los estudios que registran su
presencia durante, digamos, un mes
previo a la entrevista o si han sido
registrados como que han estado
presentes en algún punto desde el
inicio de la demencia (generalmente
definido en términos del primer
síndrome de pérdida de memoria)
Importancia de las
características no cognitivas
Se deben destacar cinco puntos
importantes:
• El hecho de causar estrés y
agotamiento, en particular entre los
cuidadores formales e informales y
también en las personas
demenciadas que que viven en su
hogar, puede ser una razón para la
internación en centros de cuidados a
largo plazo.
• Pueden ser útiles para el diagnóstico
temprano de la demencia. Los
cambios de personalidad y los
cambios emocionales sutiles tienden
a ocurrir temprano (a menudo las
familias sólo los registran en
retrospectiva) y se necesita más
investigación para evaluar si su
presencia indica que se trata de los
estadíos tempranos de la demencia,
tal vez, aún antes de que se haga
notoria la pérdida de memoria.
• Puede ayudar en el diagnósticoo
diferencial de la demencia. Las
personas que padecen demencia de
Lewy sufren alucinaciones visuales e
ideas paranoicas prominentes; las
personas con demencia vascular
presentan una relativa preservación
de la personalidad y algunos
estudios han sugerido que están
más deprimidos; las personas con
demencia del lóbulo frontal son más
apáticas y al principio sufren de
cambios de personalidad.
• Aun cuando se ha hecho muy poco
progreso en el tratamiento de los
déficits cognitivos en la enfermedad
de Alzheimer (EA), los tratamientos
con drogas existentes y otras
intervenciones terapéuticas, pueden
tener un impacto importante sobre
las características no cognitivas.
• La proporción de personas
demenciadas que presentan estos
síntomas es mucho mayor que la
encontrada en el resto de la
población. Por lo tanto, hay algo
sobre el proceso de demencia que
causa estos síntomas. Los síntomas
tales como depresión, deluciones y
alucinaciones pueden ocurrir a
cualquier edad; a menudo en
ausencia de todo desorden cerebral
identificable, como sucede en las
personas con esquizofrenia o
depresión clínica. El investigar las
causas y la asociación de estas
características de demencia, podría
aclarar la causa de otras formas de
desorden mental.
Causa
Se han sugerido varias razones como
causas de estas características en la
demencia (Berrios 1989)
Los cambios biológicos cerebrales
son las causas más probables y se han
hecho varios estudios estableciendo la
Alteraciones psiquiátricas y de
comportamiento en la demencia
Estas son características comunes en la demencia y son determinantes en la necesidad de cuidados a largo plazo.
Hoja informativa 7 Marzo 1999
ALZHEIMER’S DISEASE INTERNATIONAL HOJA INFORMATIVA 7 · MARZO 1999 2
Para mayor información sobre la enfermedad
de Alzheimer y nuestra Asociación, llame o
escriba a:
Alzheimer’s Disease International
45/46 Lower Marsh
London SE1 7RG
United Kingdom
Tel: +44 020 76203011
Fax: +44 020 74017351
Email: adi@alz.co.uk
Web: www.alz.co.uk
correlación entre la presencia de estos
síntomas con cambios estructurales en
el cerebro, por ejemplo: Forstl, et al,
1992. Los escaneos de cerebros han
demostrado que las áreas del cerebro
que tienen la función de controlar el
movimiento (los ganglios basales) están
asociados con tipos particulares de
delusiones y que cuando hay atrofia
severa (reducción) de cerebro, la
depresión es relativamente rara. Los
estudios post-mortem han identificado,
con gran detalle, regiones del cerebro
donde la pérdida de células y la
presencia de placas y ovillos
neurofibilares (los tres rasgos
patológicos distintivos de la presencia
de la EA) están asociados con
síntomas de depresión. Los cambios
neuroquímicos en el cerebro parecen
estar asociados con otros síntomas.
Otra teoría, dice que estas
características son entendibles en
términos de los déficits cognitivos que
ocurren en la demencia, es decir, son
una consecuencia inevitable de la
enfermedad. Es fácil imaginar que
olvidar dónde se dejó la cartera,
probablemente puede hacerlo pensar a
uno que alguien la robó y que la
incapacidad del cerebro de reconocer
a un miembro de la familia conduce a
la idea de que la persona ha sido
reemplazada por otra. Es menos fácil
explicar otros síntomas. Las personas
demenciadas, a menudo y por una
variedad de razones, desarrollan
estados de confusión como parte de
su enfermedad-generalmente como
consecuencia de una enfermedad
física tal como una infección del tracto
urinario. Puede surgir una forma leve
de confusión como sucede en las
personas que no padecen demencia y
que tienen estados de confusión
agudos por razones puramente físicas.
Finalmente, algunas personas hasta
han sugerido que estas características
son una reacción natural de las
personas demenciadas hacia su
entorno, al saber que están perdiendo
sus capacidades. Es problabe que una
combinación de estos factores sea la
responsible de la presencia de estos
síntomas en cada individuo.
Manejo
Este puede describirse en términos
farmacológicos (drogas,medicamentos)
y no farmacológicos, pero no hay que
dejar de reconocer que los dos
enfoques son mutuamente
excluyentes. Cuando alguien
demenciado muestra una o más
características no cognitivas, es de vital
importancia que se haga una
evaluación psiquiátrica completa. Por
ejemplo, las personas pueden ser
agresivas porque están
experimentando una alucinación
auditiva en forma de una voz que les
dice que la gente está tratando de
hacerles daño por lo que deben
defenderse. También, es necesario
realizar un examen físico ya que el
inicio repentino de síntomas como
este, puede indicar la presencia de un
estado de confusión y por lo tanto una
enfermedad física que necesita ser
identificada con claridad y también
tratada. Una vez hecha la evaluación y
que se ha excluido la enfermedad
física, hay que iniciar el tratamientopero
sólo si el síntoma resulta
angustiante para la persona y/o el
cuidador, o hace a la persona menos
hábil en su funcionamiento. A menudo,
una explicación simple al cuidador
puede ser suficiente. No es nada raro
que el cuidador haya identificado una
estrategia para manejar el problema
antes de que la persona sea atendida
por un médico. Por ejemplo: si una
persona demenciada no reconoce su
propia imagen en el espejo y reacciona
en forma agresiva, muchos cuidadores
voltean los espejos. Hay una cantidad
de estrategias, no medicamentosas,
que pueden ser muy útiles para aliviar
algunos síntomas no cognitivos. La
depresión y la apatía pueden ser
tratadas mediante una actividad
constructiva. La distracción a veces
puede ayudar a las personas que
padecen de agitación y el tranquilizar y
apoyar en forma constante y
persistente, puede ayudar a algunas
personas que sufren de ideas
persecutorias.
Cuando estas estrategias fallan y/o el
grado de alteración experimentado por
la persona demenciada o su cuidador
es extremo, será necesario a recurrir a
un tratamiento con medicamentos, hay
muchos disponibles. El recetarlos
depende de qué es lo que hay
disponible localmente y la experiencia
del médico al recetar el medicamento.
Generalmente, los sedantes pueden
ayudar cuando hay agitación; las
drogas antipsicóticas ayudan cuando
hay ideas persecutorias y los
antidepresivos pueden aliviar los
síntomas de la depresión. Sin
embargo, algunos síntomas pueden no
responder al tratamiento.
Resumen
Las características no cognitivas de la
demencia son comunes y son
acompañamientos que agregan
discapacidad al desorden. Pueden
tener diversas causas y resultan
angustiantes tanto para las personas
que padecen demencia como para sus
cuidadores. Se necesita más
información sobre el impacto de estos
síntomas, sus diferentes expresiones,
según las culturas y las formas seguras
y eficaces de manejar sus efectos en
las personas con demencia y sus
cuidadores.

viernes, 30 de mayo de 2008

SINDROME DE BURN OUT

"Síndrome de Agotamiento Profesional en Agentes de Salud o Síndrome de Burnout. Cuando nuestro trabajo deja de ser saludable"

* Gustavo G. Kasparas

Introducción

En 1974 Freudenberger describió el "síndrome de burnout" (agotamiento profesional del médico) como un cuadro compuesto de diversos síntomas de cansancio mental y físico producidos por una pesada carga laboral. En la actualidad la forma más comúnmente usada para definir burnout es la de Maslach y Jackson (1981), quienes describieron tres componentes: 1) agotamiento emocional, 2) despersonalización en la relación médico-paciente, y 3) falta de autorrealización profesional. Estos autores desarrollaron el Maslach Burnout Inventory (MBI) como instrumento de medición del burnout. En los años siguientes comenzaron a publicarse algunos estudios donde aparecen críticas acerca del constructo teórico desarrollado por estos autores que repercuten en la consideración del MBI como instrumento de medida adecuado.

En 1994 el Instituto Nacional de Compensaciones del Trabajo de USA afirmó que la profesión médica se encuentra entre las cinco más estresantes. Estudios epidemiológicos indican que se encuentra entre las de mayor riesgo de suicidio y un riesgo de abusar del alcohol 3 veces superior al de la población general.
Un médico o un enfermero exhausto física o psicológicamente, aunque cuente con el mejor de los entrenamientos, difícilmente pueda desarrollar de manera adecuada su tarea. Cuanto menos perturbados emocionalmente o menos agotados estemos los agentes de salud, es razonable suponer que cometamos menos errores, que nos expongamos a menos accidentes laborales y que seamos más eficaces en nuestro trabajo con el consiguiente beneficio para el paciente.

No existe una única definición aceptada para este síndrome de agotamiento profesional. A pesar de las conocidas limitaciones de la robustez teórica y de la claridad conceptual de la definición de este constructo 4 y de las dificultades en el rigor metodológico para su estudio, fue creciendo el interés en este tema 30-34. Algunos autores afirman que el agotamiento emocional es la dimensión clave de este trastorno, y utilizan solo esta subescala en sus trabajos de investigación. Por ejemplo, M. García Izquierdo acuerda con estos autores en pensar al burnout como un concepto unidimensional cuyo núcleo central es el agotamiento emocional. Este investigador desarrolló en España la Escala de Efectos Psíquicos del Burnout (EPB) como instrumento de medición, hallando en sus investigaciones que los datos del MBI son escasamente consistentes con al tridimensionalidad del constructo burnout y que la consistencia interna de las de las subescalas despersonalización y reducción de logros personales es baja.

Debido a la carencia de un cuestionario desarrollado en la República Argentina para evaluar agotamiento profesional en agentes de salud o cuestionarios realizados en otros países adaptados transculturalmente y validados para ser utilizados en nuestro entorno cultural y a que es incorrecto utilizar simples traducciones del idioma original o adaptaciones y validaciones realizadas en otros países, un grupo de investigadores llevamos a cabo un estudio con el objetivo de desarrollar un instrumento en nuestro medio, determinar su validez y confiabilidad, con el propósito de obtener datos fiables que permitan formular estrategias para prevenir y tratar el síndrome de burnout (**).


El equipo de salud

Una situación es estresante en la medida en que una persona la valora como tal. Y la forma de procesar dicha situación varía ampliamente según factores personales, culturales, religiosos, o factores inherentes a la organización de salud en la cual se trabaja. El síndrome de burnout puede expresarse de diversas maneras como por ejemplo agotamiento emocional, fatigabilidad aumentada, angustia o equivalentes somáticos, trastornos del sueño, abuso de alcohol o drogas, evasión de las actividades clínicas, aparición o agravamiento de trastornos psicosomáticos, fallas en la relación con el paciente (cinismo, desinterés, despersonalización), tendencia a los olvidos y accidentes, alteraciones en el funcionamiento del equipo de salud o en la vida familiar y social. Debido a que existen importantes diferencias individuales en el modo con el cual las personas podemos responder a un mismo agente estresor, muchos autores creemos de mayor coherencia conceptual pensar al síndrome de burnout como un concepto pluridimensional.

Algunos agentes de salud debemos enfrentar prejuicios personales referidos a ciertas conductas humanas o a determinados grupos particulares para desarrollar la habilidad de aconsejar sin juzgar, lo cual puede implicar un esfuerzo emocional.
Por otro lado, cuanto más parecido a nosostros nos resulte un paciente o cuando los temas que éste plantee o sus preocupaciones o sufrimientos resuenen con más intensidad en nuestra intimidad, más podremos identificarnos con él y más vulnerables podemos sentirnos.

Sobreinvolucrarse con un paciente puede generar una "entrega asistencial" exagerada, que lleva a trabajar sin poner límites, "sufriendo y muriendo" con cada paciente. Cuando esto sucede, algunos profesionales comienzan a dejar de tomarse días libres o a quedarse fuera de horario en el lugar de trabajo en forma habitual, otros dejan a un lado precauciones universales exponiéndose a accidentes laborales que podrían haberse evitado. Es a veces la familia del agente de salud quien detecta y sufre esta situación. En una encuesta realizada a 103 infectólogos que trabajaban con SIDA y a 100 oncólogos, más de la mitad afirmó que consumía una gran cantidad de tiempo en discutir cuestiones de trabajo con sus parejas y con otras personas relacionadas con el trabajo fuera del ámbito laboral. Casi el 40% respondió que sus parejas se quejaban regularmente de sus frecuentes comentarios sobre temas laborales, y el 25% afirmó que sus relaciones de pareja se vieron perjudicadas por ello.

En algunas oportunidades el equipo de salud puede ser blanco de la agresividad de pacientes o de sus familiares, y a veces es necesario reconocer que esto es producto de la frustración que están atravesando, lo cual puede exigir comprensión por parte del equipo, aunque siempre entendiendo que una relación médico-paciente debe enmarcarse en un contexto de respeto mutuo.


Prevención del "burnout"

Personas gravememente enfermas están expuestas a múltiples momentos de fuerte impacto emocional y en un clima en donde las necesidades del paciente pueden ser tan grandes, es muy frecuente que las necesidades de los integrantes del equipo de salud sean consideradas triviales y por lo tanto olvidadas o desconsideradas.

La Organización Mundial de la Salud en una declaración del año 2000 afirmó: “Los recursos humanos son vitales para el funcionamiento, la eficacia y la calidad del sistema de salud. Invertir en una gestión de recursos humanos que considere la satisfacción laboral, las oportunidades de capacitación y desarrollo y las condiciones de trabajo, tendrá significativa influencia en su calidad laboral y en la asistencia que brindan.”

Cuanto menos perturbados emocionalmente estemos los profesionales sanitarios, menos errores cometeremos, estaremos menos expuestos a accidentes laborales y seremos más eficaces en nuestra tarea. Los profesionales de la salud debemos elaborar y a veces combatir nuestra propia angustia, reconociendo que influye negativamente en nuestras vidas, y que puede repercutir negativamente en nuestra calidad profesional.

Resulta de importancia fundamental detectar y elaborar el malestar que provoca la asistencia. Trabajar con intensas ansiedades relacionadas con vivencias de enfermedad y muerte, y la imposibilidad de elaborarlas adecuadamente, puede desembocar en prácticas caracteropáticas, sobreadaptadas, perversas o alienadas del ejercicio profesional. Aunque muchos agentes de salud mental lo creamos importante, resulta casi impensable, en la práctica, que todos los integrantes de un equipo de salud realicen o hayan realizado un tratamiento psicoanalítico, u otra psicoterapia individual, que facilite la elaboración de las dificultades de la práctica cotidiana. Pero habitualmente resulta posible organizar instancias grupales de reflexión y análisis dinámico del trabajo asistencial, donde es factible proporcionar formación psicológica a los miembros del equipo de salud, adiestrarlos en la técnica del "counseling" y brindar apoyo psicológico como formas de prevención del burnout.

Delimitar bien las responsabilidades de cada integrante del equipo de salud, dejando el menor margen posible a las ambigüedades, disminuye tensiones en el trabajo cotidiano.

En general, el soporte social se correlaciona con bajos niveles de burnout, por lo cual cultivar lazos afectivos sólidos, dedicándole el tiempo necesario a la familia, los amigos y otras relaciones sociales, es otro factor que contribuye a prevenir el desgaste profesional.

La falta de entrenamiento y la falta de sensación de efectividad profesional implican un aumento en el burnout. Estudiar puede ser cansador, pero este cansancio tal vez pueda ser comparable al del entrenamiento físico, que suele ir acompañado por sensaciones placenteras, y además prepara al deportista para la competencia.

Los profesionales más jóvenes son quienes tienen mayores posibilidades de padecer el síndrome de burnout, lo cual podría deberse a la menor experiencia y madurez profesiona. Obtener un sentimiento claro de los propios valores y limitaciones, la capitalización de los logros y la revisión de los fracasos, y la definición de objetivos vitales implican tiempo, introspección y reflexión compartida.

El empleo del sentido del humor puede resultar de utilidad en algunas ocasiones para aliviar la opresión del sufrimiento. El chiste y lo cómico tienen un efecto liberador, catártico y placentero, produciendo un resultado protector contra la tensión y la aflicción, ayudando algunas veces a sobrellevar circunstancias inevitablemente adversas.

Las recompensas tienden a neutralizar o amortiguar los efectos de una pesada carga laboral: la gratitud de los pacientes, el reconocimiento profesional por parte de los colegas o superiores, una retribución económica justa, la sensación de bienestar por ser eficaz en el trabajo.

Aceptar que la ansiedad y la depresión que en algunos momentos sufren los pacientes o sus familiares son normales y esperables puede frenar una carrera desgastante y sin sentido hacia un ideal inexistente de sufrimiento nulo.

La facultad de medicina nos suele preparar para curar y no para aliviar. Enfermedades graves ponen un límite a nuestra omnipotencia. Resulta con frecuencia difícil asumir que una muerte no es un fracaso, y que sí podría ser un fracaso no aportar el mayor alivio posible en cada etapa de una enfermedad. Puede valer la pena tener presente un lema que data del siglo XIV, que suelen recordar los profesionales que se dedican a cuidados paliativos: "Curar a veces, mejorar a menudo, cuidar siempre".

* Dr. Gustavo G. Kasparas, Médico especialista en Psiquiatría y Psicología Médica, Consultor en Psicología Institucional, Coordinador del Área Psicosocial de Helios Salud

** 2do. Premio al mejor trabajo presentado en póster en la V Jornada Nacional de la Sociedad Argentina para la Calidad en Atención de la Salud, 3° Jornada Nacional de Seguridad del Paciente, Academia Nacional de Medicina, agosto del 2006, con el trabajo “Validez y Confiabilidad de un Cuestionario de Evaluación de Causas y Síntomas de Agotamiento Profesional Desarrollado en la Argentina

CUIDAR A LOS QUE CUIDAN

Rev Cubana Salud Pública v.29 n.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2003





Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores

Estrés y Burnout en profesionales de la salud de los niveles primario y secundario de atención
Jorge Román Hernández1


RESUMEN
Se realizó un estudio transversal acerca de estrés y Burnout a 287 profesionales de la salud de un municipio de La Habana. Médicos y enfermeros de los niveles primero y segundo de atención, hombres y mujeres, respondieron tres cuestionarios: Cuestionario Breve de Burnout, de Moreno. Escala de Síntomas de Estrés, de Aro; e Inventario de Estrés para Profesionales de la Salud, de Wolfgang. Se estableció la hipótesis de que, así como el género y la profesión, el nivel de atención también diferenciaba significativamente las respuestas de estrés y Burnout. Una segunda hipótesis consistió en que el bajo reconocimiento profesional se asocia a respuestas de estrés y de Burnout. Ambas fueron confirmadas. La prevalencia de Burnout fue ligeramente superior a 30 % y la de síntomas de estrés de 50 %. El Burnout afectó fundamentalmente a las mujeres médicas de atención primaria, y el estrés a las enfermeras del mismo nivel de atención.

DeCS: ESTRES/epidemiología; AGOTAMIENTO PROFESIONAL/epidemiología; PERSONAL DE SALUD; ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD; ATENCIÓN SECUNDARIA DE SALUD.

Introducción
Una especial atención se presta en la actualidad a las manifestaciones de estrés en las profesiones de servicios públicos. Su explicación se encuentra probablemente en el auge del sector de los servicios en las economías nacionales. Son cada vez más las profesiones que se desarrollan en el contacto humano con un público que impone demandas, tareas y habilidades específicas, aunque también malestares. Tal es el caso de las que se hallan vinculadas a los servicios médicos.


En la esfera de la salud no solamente los médicos están expuestos a estrés de origen asistencial. Como evidencia el trabajo de Anderson, Cooper y Willmott,1 otras profesiones vinculadas a la asistencia de salud también lo están. Estos autores así lo apreciaron en un estudio realizado acerca de fuentes de estrés en el que incluyeron, junto a médicos y a enfermeros, científicos, técnicos, obreros de mantenimiento y a otros trabajadores del sistema nacional de salud de Gran Bretaña.


Ciertos estudios relacionados con el estrés en los profesionales de la salud han revelado cómo sus consecuencias se revierten en un desempeño profesional inadecuado en relación con las personas que reciben sus cuidados. Richardsen y Burke2 encontraron en médicos canadienses que el estrés elevado se relacionaba con menos satisfacción en la práctica médica y con actitudes negativas hacia el cuidado de la salud de los pacientes.


El estudio de las profesiones asistenciales, y de modo muy particular las profesiones de la salud, han revelado que las altas demandas del trabajo generan no solo un cuadro general de tensión emocional que tiende a generar malestar subjetivo y a expresarse en síntomas somáticos; sino un síndrome que transcurre y se instala por etapas, cuyos efectos parciales constituyen sus componentes: el síndrome de Burnout.


Desde su enunciación por Herbert Freudenberger en 1974, el síndrome de burnout ha sido un concepto ampliamente empleado en la literatura científica sobre estrés laboral. Catherine Maslach y Susana Jackson lo han descrito como un proceso que se inicia con una carga emocional y su correspondiente tensión que conduce al agotamiento del sujeto, quien comienza a exhibir conductas de distanciamiento y actitudes cínicas respecto a las personas que atiende, lo cual crea dudas con respecto a la competencia y realización profesional. Se trata de un concepto multidimensional, acompañado de síntomas físicos cuyos componentes fueron identificados por estas autoras: agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización profesional. Su modelo teórico ha conducido a la elaboración del Maslach Burnout Inventory (MBI).3


Las propias autoras del mbi en sus datos normativos obtenidos en una población norteamericana identifican a los profesionales de la salud como uno de los grupos con medias más altas en los diferentes componentes del síndrome, y de hecho constituye uno de los grupos profesionales más estudiados bajo este concepto.4 sus consecuencias van desde una reducción de la calidad del trabajo y conflictos laborales hasta el desarrollo de trastornos mentales, problemas psicosomáticos y aun el suicidio.5

Pines, Aronson y Kafry6 consideran que el burnout se deriva del tedio ocupacional y de sus correspondientes consecuencias emocionales debido a características internas del trabajo (ausencia de variedad, de autonomía y significación de éxito) y externas (ambiente de trabajo, relaciones laborales, apoyo). A Bernardo Moreno se debe otra solución instrumental para la evaluación del burnout, el cuestionario breve de burnout (Moreno B, Oliver C, Pastor JC, Aragoneses A. Una teoría y una medida del estrés laboral asistencial [Actas del II Congreso del Colegio Oficial de Psicólogos] Valencia: 15-20 de abril, 1998). este autor identifica tres componentes del síndrome del Burnout que son coincidentes con los descritos por Maslach; pero incluye variables para identificar las causas del síndrome, entre las que aparecen el tedio, las características de la tarea y la organización del trabajo, además de las consecuencias del burnout. En este trabajo se empleó el cuestionario de Moreno.7

Algunos estudios han permitido revelar la función de moderadora de ciertos factores, entre ellos: la retroalimentación, la claridad en la definición de las tareas, la autonomía, las oportunidades de promoción y el liderazgo social-emocional,8 la edad, la experiencia laboral y el género. En cuanto al apoyo social, se han aportado evidencias de su papel moderador del estrés y del Burnout.9 Baruch-Feldman, Brondolo, Ben-Dayan y Schwartz,10 en un estudio realizado con mujeres y hombres policías de tráfico, hallaron asociaciones negativas entre el apoyo emocional familiar y el agotamiento emocional propio del Bournout, sin encontrar diferencias relacionadas con el género.


Precisamente, en cuanto a otro aspecto de las relaciones sociales, el balance de los esfuerzos comprometidos en el trabajo y las recompensas de diversos tipos parecen condicionar la probabilidad de ocurrencia del estrés experimentado y de las manifestaciones de Burnout.11 En este sentido, Taris, Peeters, Le Blanc, Schreurs y Schaufeli12 en un estudio con maestros encontraron que la inequidad en las relaciones (altos esfuerzos y bajas recompensas), particularmente las establecidas con los receptores de sus servicios profesionales (en este caso los estudiantes), se asocia fuertemente a los estresores provenientes de estos últimos, así como a los componentes del síndrome de burnout. En cierto modo, este enfoque confirma, en el caso del burnout , la hipótesis subyacente al modelo de estrés del desbalance esfuerzo-recompensa, propuesto por J. Siegrist como aplicable no solo al estrés de las relaciones sociales, sino en general a la relación del hombre con el trabajo.13

Como se evidencia de un resultado comentado anteriormente, la condición de género ha sido objeto de atención en los estudios sobre estrés y Bornout. Específicamente en relación con las diferencias de género en profesionales de la salud, breilh14 encontró en un estudio acerca de los efectos del trabajo hospitalario en internos de hospitales ecuatorianos, declaraciones de estrés en un 78,2 % de los casos analizados, con una mayor proporción en las mujeres (79,3 %) que en los hombres (74,0 %). Sin embargo, en el burnout las asociaciones con el género no han sido muy consistentes.


En el propio caso de los profesionales de la salud, en cuanto a diferencias de profesión, Schaufeli4 afirma que en general los médicos y los enfermeros experimentan un nivel comparable de agotamiento emocional, pero los médicos tienen anotaciones mayores en despersonalización, y es en los enfermeros comparativamente mayor el sentido de reducción de la realización profesional.


Por su parte, Allan Wolfgang se ha orientado a la identificación de las fuentes de estrés en los diversos profesionales del sector de la salud. Diseñó el Health Professions Stress Questionnaire, con el cual ha encuestado a médicos, enfermeros, administrativos y farmacéuticos, y ha obtenido resultados que respaldan la fiabilidad y estructura de su instrumento.15-17 Una primera versión en idioma español de ese instrumento se emplea en el presente trabajo.


Algunos de los estudios sobre estrés y Burnout que han tenido en cuenta la condición de la profesión, la han relacionado también con el género de los profesionales y se han advertido -como ya se apreció- patrones propios de sus combinaciones; sin embargo, no se ha enfocado suficientemente el nivel de atención en que prestan sus servicios. La atención primaria de salud y la atención hospitalaria -por no incluir el tercer nivel- se diferencian por las características propias de sus respectivos contenidos de trabajo, organización de este, la relación que suele establecerse entre el profesional de la salud y los pacientes, así como -al menos en nuestras circunstancias actuales- en el prestigio social percibido, las posibilidades reales de promoción, y otras recompensas del trabajo.


El objetivo de esta investigación fue determinar las diferencias en las manifestaciones de estrés laboral y Burnout condicionadas por el género, la profesión (médico y enfermero), y el nivel de atención (primario y secundario). Su hipótesis consiste en que ellas determinan diferencias entre niveles de riesgo de esos efectos negativos del trabajo profesional. Se establece también la hipótesis de que las fuentes de estrés asociadas al reconocimiento del trabajo tienen asociaciones fuertes con las manifestaciones de estrés y el burnout. Adicionalmente, se exponen de forma descriptiva las prevalencias de estrés y Burnout en los grupos estudiados y las fuentes de estrés más mencionadas.

Métodos
Participantes: médicos y enfermeros de consultorios comunitarios (médicos y enfermeros de familia del primer nivel de atención) y del hospital general clínico-quirúrgico (segundo nivel de atención), todos del mismo municipio (Plaza de la Revolución) de ciudad de La Habana, con un total de 287 profesionales de la salud. El criterio de inclusión fue accidental, y se tomaron las opiniones entre los que se encontraban presentes en las reuniones periódicas mensuales en las cuales se recogió la información. La participación de los sujetos en el estudio fue voluntaria y respondieron anónimamente los cuestionarios entregados. En el hospital fueron incluidos los médicos de los servicios clínicos y quirúrgicos que atendían directa y frecuentemente a pacientes de Angiología, Anestesiología, Cirugía, Dermatología, Endocrinología, Medicina Interna, Ortopedia, Psiquiatría y de la Unidad de Cuidados Intermedios.


Instrumentos: Se utilizaron los instrumentos que a continuación se relacionan:


Cuestionario Breve de Burnout, de Moreno (CBB). Este instrumento consta de varias preguntas introductorias con datos generales. La parte fundamental del cuestionario la constituyen 22 proposiciones, y la última es una pregunta abierta no asociada a las variables que las anteriores representan. El CBB explora tres variables fundamentales: el síndrome de Burnout (SBO), las causas del Burnout (CBO) y las consecuencias del Burnout (CON). El SBO a su vez consta de tres subvariables que concuerdan con el modelo de Maslach y Jackson, y contienen tres proposiciones cada una: cansancio emocional (CE), despersonalización (DP) y realización profesional (RP). La variable CBO, a su vez, se analiza en sus componentes: tedio (TE), características de la tarea (CT), y organización (OR), cada uno con tres proposiciones. La variable con no se divide en componentes; contiene tres proposiciones en total. El cuestionario se responde en una escala ordinal de 5 puntos (1 a 5) que expresan frecuencias crecientes de experimentar el contenido de la proposición de que se trate. Los valores mínimos y máximos posibles para cada subvariable y para la variable con oscilan entre 3 y 15, valor que es promediado entre el número de ítemes correspondientes, que es 3. El autor propuso el valor mayor de 3 como “afectado” en la variable que se trate, y mayor de 4 como “altamente afectado”. En el presente trabajo se obtuvieron los coeficientes µ de Hronbach siguientes para cada una de sus tres principales variables: SBO, 0,65; CBO, 0,72 y CON, 0,65.


Escala de Síntomas de Estrés, de Seppo Aro (ESE). Esta escala contiene 18 síntomas comúnmente asociados a estados de estrés, de naturaleza psicosomática, emocional, o conativa. Ejemplos de estos síntomas son las: “palpitaciones o latidos irregulares del corazón”, “irritabilidad”, “enfurecimientos”, “fatiga o debilidad”. Las respuestas se expresan en una escala ordinal de cuatro frecuencias, las cuales se valoran de 0 a 3, por lo cual las anotaciones posibles fluctúan entre 0 y 54. Un valor total superior a 10 puntos se considera como presencia de estrés. En el presente trabajo este instrumento tuvo un µ de cronbach de 0,83.


Inventario de Estrés para Profesionales de la Salud, de Wolfgang (IEPS). Este cuestionario relaciona en sus 30 ítemes diferentes fuentes de estrés de los profesionales de la salud. Sus variables son: reconocimiento profesional (IEPS-RP), 9 ítemes, uno de ellos “ser poco respetado o reconocido por las personas que atiende”; responsabilidad por el cuidado de los pacientes (IEPS-RC), con 7 ítemes, entre ellos “cuidar las necesidades emocionales de los pacientes”; conflictos en el trabajo (IEPS-CT, consta de 8 ítemes, entre ellos “tener conflictos con los superiores”; e incertidumbre profesional (IEPS-IP), con 7 ítemes, que incluyen el “disponer de inadecuada o insuficiente información acerca de la condición de salud del paciente”. Una variable general ieps es el promedio de las anteriores. Las respuestas reciben una puntuación entre 0 y 4 en una escala de frecuencia de 5 pasos. No se dispone de datos. Solo en su publicación original, el autor aporta algunos estadígrafos de las muestras encuestadas: profesionales de medicina, enfermería y farmacia, que llevadas a promedio del total de ítemes resultan , respectivamente, de 1,56; 20,4 y 1,87, sin que se aporten datos por escala. El presente estudio mostró un alto coeficiente µ de Cronbach general (IEPS) de 0,83 y una correlación promedio ítemes-total de 0,32. En cuanto a sus diferentes escalas, los coeficientes µ de cronbach fueron desiguales:IEPS-RP, 0, 86; IEPS-RC, 0,62; IEPS-CT, 0,52; IEPS-IP, 0,68. En realidad, la lectura de los ítemes de cada escala deja dudas en ocasiones sobre su mejor clasificación, lo cual supone un perfeccionamiento ulterior del instrumento.


Procedimiento: se aplicaron los cuestionarios anteriormente descritos -un mismo examinador, de modo auto-administrado y bajo anonimato, en sesiones colectivas- en los policlínicos de la atención primaria y en los servicios de la atención secundaria correspondientes, previo consentimiento expreso de los participantes.


El procesamiento estadístico consistió en la aplicación de pruebas t de student de diferencias de medias para grupos independientes y coeficientes de correlación de Pearson. Se estableció como nivel de error mínimo aceptable p £ 0,05. Los datos fueron analizados en el programa statistic, versión 4.2, 1993.

Resultados y discusión
En el grupo de sujetos estudiados , se destacan las características que se derivan de la observación de la tabla 1. En cuanto a las profesiones analizadas se observó una proporción mayor de médicos que de enfermeros. Ambos niveles estuvieron representados por cantidades de profesionales casi semejantes. Hubo una cifra mayor de mujeres que de hombres. Las mujeres estuvieron más representadas entre los profesionales de la enfermería y entre los de la profesión médica, en el primer nivel de atención. La edad promedio y el tiempo de experiencia en el desempeño profesional son mayores en los médicos, y en particular, en el segundo nivel de atención -característica propia del sistema de salud en Cuba.

Tabla 1. Descripción de la muestra

Media DE Media DE
Grupo N % edad Edad Tiempo de experiencia Tiempo de experiencia
Médicos 169 58,89 35,3 10,49 10,58 9,75
Médicos del primer nivel 89 52,66 29,17 4,59 4,97 4,33
Hombres 29 32,58 28,62 2,57 3,88 1,96
Mujeres 60 67,42 29,44 5,31 5,5 5,01
Médicos del segundo nivel 80 47,34 42,05 11,02 16,82 10,32
Hombres 52 65 45,25 11,1 19,63 10,38
Mujeres 28 35 36,11 8,13 11,61 8,02
Enfermeros 118 41,14 36,23 9,97 15,12 9,95
Enfermeros del primer nivel 55 46,61 36,65 9,38 16,3 8,63
Hombres 4 7,27 34,5 3,79 13 3,56
Mujeres 51 92,73 36,82 9,68 16,56 8,87
Enfermeros del segundo nivel 63 53,39 35,86 10,52 14,09 10,93
Hombres 21 33,33 32,33 8,96 10,29 9,67
Mujeres 42 66,67 37,62 10,89 15,99 11,14
Total 287 100 35,69 10,27 12,45 10,07

DE: Desviación estándar.

La tabla 2 ofrece estadísticas descriptivas de los instrumentos aplicados. Se presentan para el grupo total y para las profesiones estudiadas, separadas por una diagonal (/). En el caso del CBB, como se aprecia, los valores promedio en las diferentes variables y la casi totalidad de los límites superiores de confianza (lc+95 %) no superan el valor de 3 puntos. En la escala sintomática de estrés, de aro se obtuvieron valores promedio superiores a 10 puntos, lo que denota una alta presencia de estrés entre los sujetos estudiados. En cuanto al inventario de estrés de los profesionales de la salud, de wolfgang, los valores promedio obtenidos en los sujetos fueron menores en las dos profesiones a los datos de la muestra original del autor de este instrumento, particularmente en el caso de los enfermeros.


Tabla 2. estadísticas descriptivas

Grupos
Total Médicos / enfermeros
Media LC LC DE Media LC LC DE
Variables -95% +95% -95% +95%
BO-CE 2,37 2,27 2,47 0,82 2,50 / 2,18 2,38 / 2,02 2,62 / 2,33 0,79 / 0,84
BO-D 2,90 2,82 2,99 0,73 2,92 / 2,87 2,82 / 2,72 3,02 / 3,02 0,67 / 0,82
BO-RP 2,53 2,42 2,64 0,92 2,61 / 2,41 2,47 / 2,25 2,76 / 2,57 0,94 / 0,87
S-BO 2,60 2,53 2,67 0,62 2,68 / 2,49 2,58 / 2,38 2,77 / 2,59 0,62 / 0,59
BO-T 2,46 2,35 2,57 0,93 2,56 / 2,31 2,42 / 2,15 2,71 / 2,46 0,98 / 0,85
BO-CT 2,34 2,25 2,43 0,77 2,46 / 2,17 2,35 / 2,03 2,57 / 2,31 0,73 / 0,79
BO-O 1,98 1,89 2,07 0,79 1,94 / 2,04 1,83 / 1,88 2,05 / 2,20 0,72 / 0,88
C-BO 2,26 2,18 2,33 0,65 2,32 / 2,17 2,22 / 2,06 2,42 / 2,28 0,65 / 0,63
CBO 2,13 2,02 2,23 0,88 2,25 / 1,95 2,13 / 1,77 2,37 / 2,12 0,80 / 0,95
ESE 12,36 11,33 13,38 8,84 11,69 / 13,31 10,40 / 11,62 12,98 / 14,99 8,51 / 9,26
IEPS-RP 1,60 1,51 1,69 0,76 1,72 / 1,42 1,60 / 1,30 1,84 / 1,54 0,80 / 0,68
IEPS-RC 2,13 2,04 2,21 0,72 2,15 / 2,09 2,05 / 1,96 2,25 / 2,24 0,65 / 0,81
IEPS-CT 1,10 1,03 1,17 0,57 1,14 / 1,05 1,05 / 0,94 1,22 / 1,16 0,55 / 0,59
IEPS-IP 0,88 0,80 0,96 0,70 0,90 / 0,85 0,79 / 0,72 1,00 / 0,98 0,70 / 0,71
IEPS 1,43 1,37 1,48 0,51 1,48 / 1,35 1,40 / 1,26 1,55 / 1,44 0,52 / 0,49

LC: Límites de confianza.

Aunque no se establecieron cifras de prevalencia de Burnout en las poblaciones estudiadas, puede observarse en la tabla 3 que en todos los subgrupos formados por profesión, nivel de atención, género y sus respectivas combinaciones, es siempre superior al 20 % y de un 30 % en el total de los profesionales de la salud estudiados. en los médicos alcanzó un 35 % de los profesionales y fue superior en el primer nivel, fundamentalmente en las mujeres. En los médicos del segundo nivel de atención hubo una prevalencia similar en hombres y mujeres. En los enfermeros fue menor, es decir, de un 23,7 %. Aunque la prevalencia más alta se observó en los enfermeros hombres del primer nivel de atención, esto no debe tomarse en cuenta debido al escaso número de personas con esta condición (solo 4 profesionales), según se expresa en la tabla 1. Preferimos considerar como la más señalada entre los enfermeros la que se observa en el primer nivel de atención, que afecta a algo más de la cuarta parte de ellos.

Tabla 3. prevalencias de Burnout y de síntomas de estrés

Prevalencia (en %)
Grupo Burnout Síntomas de estrés
Médicos 35,0 46,8
Médicos de primer nivel 43,8 52,8
Hombres 34,5 44,8
Mujeres 48,3 56,7
Médicos del segundo nivel 25,0 40,0
Hombres 25,0 34,6
Mujeres 25,0 50,0
Enfermeros 23,7 54,2
Enfermeros del primer nivel 27,3 63,6
Hombres 50,0 25,0
Mujeres 25,5 66,7
Enfermeros del segundo nivel 20,6 46,0
Hombres 19,0 42,9
Mujeres 21,4 47,6
Total 30,3 50,0

Tabla 4. Análisis de varianza

Condiciones Lambda de Wilks R de Rao gl 1 gl 2 Nivel de p
Nivel de atención (1) 0,902946 3,200681 9 268 0,001065

STRESS Y BURNOUT EN EL PERSONAL DE SALUD

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Revista Cubana de Salud Pública
ISSN 0864-3466 versión on-line
Rev Cubana Salud Pública v.29 n.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2003





Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores

Estrés y Burnout en profesionales de la salud de los niveles primario y secundario de atención
Jorge Román Hernández1


RESUMEN
Se realizó un estudio transversal acerca de estrés y Burnout a 287 profesionales de la salud de un municipio de La Habana. Médicos y enfermeros de los niveles primero y segundo de atención, hombres y mujeres, respondieron tres cuestionarios: Cuestionario Breve de Burnout, de Moreno. Escala de Síntomas de Estrés, de Aro; e Inventario de Estrés para Profesionales de la Salud, de Wolfgang. Se estableció la hipótesis de que, así como el género y la profesión, el nivel de atención también diferenciaba significativamente las respuestas de estrés y Burnout. Una segunda hipótesis consistió en que el bajo reconocimiento profesional se asocia a respuestas de estrés y de Burnout. Ambas fueron confirmadas. La prevalencia de Burnout fue ligeramente superior a 30 % y la de síntomas de estrés de 50 %. El Burnout afectó fundamentalmente a las mujeres médicas de atención primaria, y el estrés a las enfermeras del mismo nivel de atención.

DeCS: ESTRES/epidemiología; AGOTAMIENTO PROFESIONAL/epidemiología; PERSONAL DE SALUD; ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD; ATENCIÓN SECUNDARIA DE SALUD.

Introducción
Una especial atención se presta en la actualidad a las manifestaciones de estrés en las profesiones de servicios públicos. Su explicación se encuentra probablemente en el auge del sector de los servicios en las economías nacionales. Son cada vez más las profesiones que se desarrollan en el contacto humano con un público que impone demandas, tareas y habilidades específicas, aunque también malestares. Tal es el caso de las que se hallan vinculadas a los servicios médicos.


En la esfera de la salud no solamente los médicos están expuestos a estrés de origen asistencial. Como evidencia el trabajo de Anderson, Cooper y Willmott,1 otras profesiones vinculadas a la asistencia de salud también lo están. Estos autores así lo apreciaron en un estudio realizado acerca de fuentes de estrés en el que incluyeron, junto a médicos y a enfermeros, científicos, técnicos, obreros de mantenimiento y a otros trabajadores del sistema nacional de salud de Gran Bretaña.


Ciertos estudios relacionados con el estrés en los profesionales de la salud han revelado cómo sus consecuencias se revierten en un desempeño profesional inadecuado en relación con las personas que reciben sus cuidados. Richardsen y Burke2 encontraron en médicos canadienses que el estrés elevado se relacionaba con menos satisfacción en la práctica médica y con actitudes negativas hacia el cuidado de la salud de los pacientes.


El estudio de las profesiones asistenciales, y de modo muy particular las profesiones de la salud, han revelado que las altas demandas del trabajo generan no solo un cuadro general de tensión emocional que tiende a generar malestar subjetivo y a expresarse en síntomas somáticos; sino un síndrome que transcurre y se instala por etapas, cuyos efectos parciales constituyen sus componentes: el síndrome de Burnout.


Desde su enunciación por Herbert Freudenberger en 1974, el síndrome de burnout ha sido un concepto ampliamente empleado en la literatura científica sobre estrés laboral. Catherine Maslach y Susana Jackson lo han descrito como un proceso que se inicia con una carga emocional y su correspondiente tensión que conduce al agotamiento del sujeto, quien comienza a exhibir conductas de distanciamiento y actitudes cínicas respecto a las personas que atiende, lo cual crea dudas con respecto a la competencia y realización profesional. Se trata de un concepto multidimensional, acompañado de síntomas físicos cuyos componentes fueron identificados por estas autoras: agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización profesional. Su modelo teórico ha conducido a la elaboración del Maslach Burnout Inventory (MBI).3


Las propias autoras del mbi en sus datos normativos obtenidos en una población norteamericana identifican a los profesionales de la salud como uno de los grupos con medias más altas en los diferentes componentes del síndrome, y de hecho constituye uno de los grupos profesionales más estudiados bajo este concepto.4 sus consecuencias van desde una reducción de la calidad del trabajo y conflictos laborales hasta el desarrollo de trastornos mentales, problemas psicosomáticos y aun el suicidio.5

Pines, Aronson y Kafry6 consideran que el burnout se deriva del tedio ocupacional y de sus correspondientes consecuencias emocionales debido a características internas del trabajo (ausencia de variedad, de autonomía y significación de éxito) y externas (ambiente de trabajo, relaciones laborales, apoyo). A Bernardo Moreno se debe otra solución instrumental para la evaluación del burnout, el cuestionario breve de burnout (Moreno B, Oliver C, Pastor JC, Aragoneses A. Una teoría y una medida del estrés laboral asistencial [Actas del II Congreso del Colegio Oficial de Psicólogos] Valencia: 15-20 de abril, 1998). este autor identifica tres componentes del síndrome del Burnout que son coincidentes con los descritos por Maslach; pero incluye variables para identificar las causas del síndrome, entre las que aparecen el tedio, las características de la tarea y la organización del trabajo, además de las consecuencias del burnout. En este trabajo se empleó el cuestionario de Moreno.7

Algunos estudios han permitido revelar la función de moderadora de ciertos factores, entre ellos: la retroalimentación, la claridad en la definición de las tareas, la autonomía, las oportunidades de promoción y el liderazgo social-emocional,8 la edad, la experiencia laboral y el género. En cuanto al apoyo social, se han aportado evidencias de su papel moderador del estrés y del Burnout.9 Baruch-Feldman, Brondolo, Ben-Dayan y Schwartz,10 en un estudio realizado con mujeres y hombres policías de tráfico, hallaron asociaciones negativas entre el apoyo emocional familiar y el agotamiento emocional propio del Bournout, sin encontrar diferencias relacionadas con el género.


Precisamente, en cuanto a otro aspecto de las relaciones sociales, el balance de los esfuerzos comprometidos en el trabajo y las recompensas de diversos tipos parecen condicionar la probabilidad de ocurrencia del estrés experimentado y de las manifestaciones de Burnout.11 En este sentido, Taris, Peeters, Le Blanc, Schreurs y Schaufeli12 en un estudio con maestros encontraron que la inequidad en las relaciones (altos esfuerzos y bajas recompensas), particularmente las establecidas con los receptores de sus servicios profesionales (en este caso los estudiantes), se asocia fuertemente a los estresores provenientes de estos últimos, así como a los componentes del síndrome de burnout. En cierto modo, este enfoque confirma, en el caso del burnout , la hipótesis subyacente al modelo de estrés del desbalance esfuerzo-recompensa, propuesto por J. Siegrist como aplicable no solo al estrés de las relaciones sociales, sino en general a la relación del hombre con el trabajo.13

Como se evidencia de un resultado comentado anteriormente, la condición de género ha sido objeto de atención en los estudios sobre estrés y Bornout. Específicamente en relación con las diferencias de género en profesionales de la salud, breilh14 encontró en un estudio acerca de los efectos del trabajo hospitalario en internos de hospitales ecuatorianos, declaraciones de estrés en un 78,2 % de los casos analizados, con una mayor proporción en las mujeres (79,3 %) que en los hombres (74,0 %). Sin embargo, en el burnout las asociaciones con el género no han sido muy consistentes.


En el propio caso de los profesionales de la salud, en cuanto a diferencias de profesión, Schaufeli4 afirma que en general los médicos y los enfermeros experimentan un nivel comparable de agotamiento emocional, pero los médicos tienen anotaciones mayores en despersonalización, y es en los enfermeros comparativamente mayor el sentido de reducción de la realización profesional.


Por su parte, Allan Wolfgang se ha orientado a la identificación de las fuentes de estrés en los diversos profesionales del sector de la salud. Diseñó el Health Professions Stress Questionnaire, con el cual ha encuestado a médicos, enfermeros, administrativos y farmacéuticos, y ha obtenido resultados que respaldan la fiabilidad y estructura de su instrumento.15-17 Una primera versión en idioma español de ese instrumento se emplea en el presente trabajo.


Algunos de los estudios sobre estrés y Burnout que han tenido en cuenta la condición de la profesión, la han relacionado también con el género de los profesionales y se han advertido -como ya se apreció- patrones propios de sus combinaciones; sin embargo, no se ha enfocado suficientemente el nivel de atención en que prestan sus servicios. La atención primaria de salud y la atención hospitalaria -por no incluir el tercer nivel- se diferencian por las características propias de sus respectivos contenidos de trabajo, organización de este, la relación que suele establecerse entre el profesional de la salud y los pacientes, así como -al menos en nuestras circunstancias actuales- en el prestigio social percibido, las posibilidades reales de promoción, y otras recompensas del trabajo.


El objetivo de esta investigación fue determinar las diferencias en las manifestaciones de estrés laboral y Burnout condicionadas por el género, la profesión (médico y enfermero), y el nivel de atención (primario y secundario). Su hipótesis consiste en que ellas determinan diferencias entre niveles de riesgo de esos efectos negativos del trabajo profesional. Se establece también la hipótesis de que las fuentes de estrés asociadas al reconocimiento del trabajo tienen asociaciones fuertes con las manifestaciones de estrés y el burnout. Adicionalmente, se exponen de forma descriptiva las prevalencias de estrés y Burnout en los grupos estudiados y las fuentes de estrés más mencionadas.

Métodos
Participantes: médicos y enfermeros de consultorios comunitarios (médicos y enfermeros de familia del primer nivel de atención) y del hospital general clínico-quirúrgico (segundo nivel de atención), todos del mismo municipio (Plaza de la Revolución) de ciudad de La Habana, con un total de 287 profesionales de la salud. El criterio de inclusión fue accidental, y se tomaron las opiniones entre los que se encontraban presentes en las reuniones periódicas mensuales en las cuales se recogió la información. La participación de los sujetos en el estudio fue voluntaria y respondieron anónimamente los cuestionarios entregados. En el hospital fueron incluidos los médicos de los servicios clínicos y quirúrgicos que atendían directa y frecuentemente a pacientes de Angiología, Anestesiología, Cirugía, Dermatología, Endocrinología, Medicina Interna, Ortopedia, Psiquiatría y de la Unidad de Cuidados Intermedios.


Instrumentos: Se utilizaron los instrumentos que a continuación se relacionan:


Cuestionario Breve de Burnout, de Moreno (CBB). Este instrumento consta de varias preguntas introductorias con datos generales. La parte fundamental del cuestionario la constituyen 22 proposiciones, y la última es una pregunta abierta no asociada a las variables que las anteriores representan. El CBB explora tres variables fundamentales: el síndrome de Burnout (SBO), las causas del Burnout (CBO) y las consecuencias del Burnout (CON). El SBO a su vez consta de tres subvariables que concuerdan con el modelo de Maslach y Jackson, y contienen tres proposiciones cada una: cansancio emocional (CE), despersonalización (DP) y realización profesional (RP). La variable CBO, a su vez, se analiza en sus componentes: tedio (TE), características de la tarea (CT), y organización (OR), cada uno con tres proposiciones. La variable con no se divide en componentes; contiene tres proposiciones en total. El cuestionario se responde en una escala ordinal de 5 puntos (1 a 5) que expresan frecuencias crecientes de experimentar el contenido de la proposición de que se trate. Los valores mínimos y máximos posibles para cada subvariable y para la variable con oscilan entre 3 y 15, valor que es promediado entre el número de ítemes correspondientes, que es 3. El autor propuso el valor mayor de 3 como “afectado” en la variable que se trate, y mayor de 4 como “altamente afectado”. En el presente trabajo se obtuvieron los coeficientes µ de Hronbach siguientes para cada una de sus tres principales variables: SBO, 0,65; CBO, 0,72 y CON, 0,65.


Escala de Síntomas de Estrés, de Seppo Aro (ESE). Esta escala contiene 18 síntomas comúnmente asociados a estados de estrés, de naturaleza psicosomática, emocional, o conativa. Ejemplos de estos síntomas son las: “palpitaciones o latidos irregulares del corazón”, “irritabilidad”, “enfurecimientos”, “fatiga o debilidad”. Las respuestas se expresan en una escala ordinal de cuatro frecuencias, las cuales se valoran de 0 a 3, por lo cual las anotaciones posibles fluctúan entre 0 y 54. Un valor total superior a 10 puntos se considera como presencia de estrés. En el presente trabajo este instrumento tuvo un µ de cronbach de 0,83.


Inventario de Estrés para Profesionales de la Salud, de Wolfgang (IEPS). Este cuestionario relaciona en sus 30 ítemes diferentes fuentes de estrés de los profesionales de la salud. Sus variables son: reconocimiento profesional (IEPS-RP), 9 ítemes, uno de ellos “ser poco respetado o reconocido por las personas que atiende”; responsabilidad por el cuidado de los pacientes (IEPS-RC), con 7 ítemes, entre ellos “cuidar las necesidades emocionales de los pacientes”; conflictos en el trabajo (IEPS-CT, consta de 8 ítemes, entre ellos “tener conflictos con los superiores”; e incertidumbre profesional (IEPS-IP), con 7 ítemes, que incluyen el “disponer de inadecuada o insuficiente información acerca de la condición de salud del paciente”. Una variable general ieps es el promedio de las anteriores. Las respuestas reciben una puntuación entre 0 y 4 en una escala de frecuencia de 5 pasos. No se dispone de datos. Solo en su publicación original, el autor aporta algunos estadígrafos de las muestras encuestadas: profesionales de medicina, enfermería y farmacia, que llevadas a promedio del total de ítemes resultan , respectivamente, de 1,56; 20,4 y 1,87, sin que se aporten datos por escala. El presente estudio mostró un alto coeficiente µ de Cronbach general (IEPS) de 0,83 y una correlación promedio ítemes-total de 0,32. En cuanto a sus diferentes escalas, los coeficientes µ de cronbach fueron desiguales:IEPS-RP, 0, 86; IEPS-RC, 0,62; IEPS-CT, 0,52; IEPS-IP, 0,68. En realidad, la lectura de los ítemes de cada escala deja dudas en ocasiones sobre su mejor clasificación, lo cual supone un perfeccionamiento ulterior del instrumento.


Procedimiento: se aplicaron los cuestionarios anteriormente descritos -un mismo examinador, de modo auto-administrado y bajo anonimato, en sesiones colectivas- en los policlínicos de la atención primaria y en los servicios de la atención secundaria correspondientes, previo consentimiento expreso de los participantes.


El procesamiento estadístico consistió en la aplicación de pruebas t de student de diferencias de medias para grupos independientes y coeficientes de correlación de Pearson. Se estableció como nivel de error mínimo aceptable p £ 0,05. Los datos fueron analizados en el programa statistic, versión 4.2, 1993.

Resultados y discusión
En el grupo de sujetos estudiados , se destacan las características que se derivan de la observación de la tabla 1. En cuanto a las profesiones analizadas se observó una proporción mayor de médicos que de enfermeros. Ambos niveles estuvieron representados por cantidades de profesionales casi semejantes. Hubo una cifra mayor de mujeres que de hombres. Las mujeres estuvieron más representadas entre los profesionales de la enfermería y entre los de la profesión médica, en el primer nivel de atención. La edad promedio y el tiempo de experiencia en el desempeño profesional son mayores en los médicos, y en particular, en el segundo nivel de atención -característica propia del sistema de salud en Cuba.

Tabla 1. Descripción de la muestra

Media DE Media DE
Grupo N % edad Edad Tiempo de experiencia Tiempo de experiencia
Médicos 169 58,89 35,3 10,49 10,58 9,75
Médicos del primer nivel 89 52,66 29,17 4,59 4,97 4,33
Hombres 29 32,58 28,62 2,57 3,88 1,96
Mujeres 60 67,42 29,44 5,31 5,5 5,01
Médicos del segundo nivel 80 47,34 42,05 11,02 16,82 10,32
Hombres 52 65 45,25 11,1 19,63 10,38
Mujeres 28 35 36,11 8,13 11,61 8,02
Enfermeros 118 41,14 36,23 9,97 15,12 9,95
Enfermeros del primer nivel 55 46,61 36,65 9,38 16,3 8,63
Hombres 4 7,27 34,5 3,79 13 3,56
Mujeres 51 92,73 36,82 9,68 16,56 8,87
Enfermeros del segundo nivel 63 53,39 35,86 10,52 14,09 10,93
Hombres 21 33,33 32,33 8,96 10,29 9,67
Mujeres 42 66,67 37,62 10,89 15,99 11,14
Total 287 100 35,69 10,27 12,45 10,07

DE: Desviación estándar.

La tabla 2 ofrece estadísticas descriptivas de los instrumentos aplicados. Se presentan para el grupo total y para las profesiones estudiadas, separadas por una diagonal (/). En el caso del CBB, como se aprecia, los valores promedio en las diferentes variables y la casi totalidad de los límites superiores de confianza (lc+95 %) no superan el valor de 3 puntos. En la escala sintomática de estrés, de aro se obtuvieron valores promedio superiores a 10 puntos, lo que denota una alta presencia de estrés entre los sujetos estudiados. En cuanto al inventario de estrés de los profesionales de la salud, de wolfgang, los valores promedio obtenidos en los sujetos fueron menores en las dos profesiones a los datos de la muestra original del autor de este instrumento, particularmente en el caso de los enfermeros.


Tabla 2. estadísticas descriptivas

Grupos
Total Médicos / enfermeros
Media LC LC DE Media LC LC DE
Variables -95% +95% -95% +95%
BO-CE 2,37 2,27 2,47 0,82 2,50 / 2,18 2,38 / 2,02 2,62 / 2,33 0,79 / 0,84
BO-D 2,90 2,82 2,99 0,73 2,92 / 2,87 2,82 / 2,72 3,02 / 3,02 0,67 / 0,82
BO-RP 2,53 2,42 2,64 0,92 2,61 / 2,41 2,47 / 2,25 2,76 / 2,57 0,94 / 0,87
S-BO 2,60 2,53 2,67 0,62 2,68 / 2,49 2,58 / 2,38 2,77 / 2,59 0,62 / 0,59
BO-T 2,46 2,35 2,57 0,93 2,56 / 2,31 2,42 / 2,15 2,71 / 2,46 0,98 / 0,85
BO-CT 2,34 2,25 2,43 0,77 2,46 / 2,17 2,35 / 2,03 2,57 / 2,31 0,73 / 0,79
BO-O 1,98 1,89 2,07 0,79 1,94 / 2,04 1,83 / 1,88 2,05 / 2,20 0,72 / 0,88
C-BO 2,26 2,18 2,33 0,65 2,32 / 2,17 2,22 / 2,06 2,42 / 2,28 0,65 / 0,63
CBO 2,13 2,02 2,23 0,88 2,25 / 1,95 2,13 / 1,77 2,37 / 2,12 0,80 / 0,95
ESE 12,36 11,33 13,38 8,84 11,69 / 13,31 10,40 / 11,62 12,98 / 14,99 8,51 / 9,26
IEPS-RP 1,60 1,51 1,69 0,76 1,72 / 1,42 1,60 / 1,30 1,84 / 1,54 0,80 / 0,68
IEPS-RC 2,13 2,04 2,21 0,72 2,15 / 2,09 2,05 / 1,96 2,25 / 2,24 0,65 / 0,81
IEPS-CT 1,10 1,03 1,17 0,57 1,14 / 1,05 1,05 / 0,94 1,22 / 1,16 0,55 / 0,59
IEPS-IP 0,88 0,80 0,96 0,70 0,90 / 0,85 0,79 / 0,72 1,00 / 0,98 0,70 / 0,71
IEPS 1,43 1,37 1,48 0,51 1,48 / 1,35 1,40 / 1,26 1,55 / 1,44 0,52 / 0,49

LC: Límites de confianza.

Aunque no se establecieron cifras de prevalencia de Burnout en las poblaciones estudiadas, puede observarse en la tabla 3 que en todos los subgrupos formados por profesión, nivel de atención, género y sus respectivas combinaciones, es siempre superior al 20 % y de un 30 % en el total de los profesionales de la salud estudiados. en los médicos alcanzó un 35 % de los profesionales y fue superior en el primer nivel, fundamentalmente en las mujeres. En los médicos del segundo nivel de atención hubo una prevalencia similar en hombres y mujeres. En los enfermeros fue menor, es decir, de un 23,7 %. Aunque la prevalencia más alta se observó en los enfermeros hombres del primer nivel de atención, esto no debe tomarse en cuenta debido al escaso número de personas con esta condición (solo 4 profesionales), según se expresa en la tabla 1. Preferimos considerar como la más señalada entre los enfermeros la que se observa en el primer nivel de atención, que afecta a algo más de la cuarta parte de ellos.

Tabla 3. prevalencias de Burnout y de síntomas de estrés

Prevalencia (en %)
Grupo Burnout Síntomas de estrés
Médicos 35,0 46,8
Médicos de primer nivel 43,8 52,8
Hombres 34,5 44,8
Mujeres 48,3 56,7
Médicos del segundo nivel 25,0 40,0
Hombres 25,0 34,6
Mujeres 25,0 50,0
Enfermeros 23,7 54,2
Enfermeros del primer nivel 27,3 63,6
Hombres 50,0 25,0
Mujeres 25,5 66,7
Enfermeros del segundo nivel 20,6 46,0
Hombres 19,0 42,9
Mujeres 21,4 47,6
Total 30,3 50,0

Tabla 4. Análisis de varianza

Condiciones Lambda de Wilks R de Rao gl 1 gl 2 Nivel de p
Nivel de atención (1) 0,902946 3,200681 9 268 0,001065

ATENCION PRIMARIA

Revista Cubana de Enfermería
ISSN 0864-0319 versión impresa
Rev Cubana Enfermer v.16 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2000

Policlínico Comunitario "Alberto Fernández Montes de Oca". San Luis, Santiago de Cuba

Proceso de atención de enfermería en el nivel primario de salud
Lic. Norvelis Duanys Neyra1 y Dra. Yasell B. Llorente 2

RESUMEN
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal del personal que llevó a cabo el proceso de atención de enfermería en el área de salud del policlínico comunitario ?Alberto Fernández Montes de Oca? del municipio San Luis, durante el período octubre-diciembre de 1996, con el objetivo de evaluar su aplicación en el nivel primario de atención. Para ello se tomó como muestra a 14 de las 28 enfermeras que laboran en los consultorios médicos de familia; la información primaria se obtuvo de la entrevista realizada a cada una y de las revisiones que se hicieron a las historias clínicas individuales y a la ficha de registro familiar; estos datos fueron plasmados en una planilla de encuesta que contemplaba las variables de interés. Se encontró que todo el personal aplicó proceso de atención de enfermería a ingresos domiciliarios y familias disfuncionales, con predominio en los menores de 15 años; hubo una buena calidad en la elaboración de diagnósticos, expectativas y acciones de enfermería en la mayoría de los casos, los cuales tuvieron una evaluación técnico-profesional satisfactoria.
Descriptores DeCS: ATENCION DE ENFERMERIA; EPIDEMIOLOGIA DESCRIPTIVA; ESTUDIOS RETROSPECTIVOS; ESTUDIOS TRANSVERSALES; CUIDADOS BASICOS DE ENFERMERIA; ATENCION PRIMARIA DE SALUD.

Después del surgimiento de la medicina familiar en 1984, el Programa del Médico y Enfermera de la Familia se ha ido perfeccionando cada día más; uno de sus pilares fundamentales es el ingreso en el hogar, con lo cual un número de pacientes necesitados de ser hospitalizados, hoy pueden permanecer en su domicilio con una atención y seguimiento continuos de su enfermedad.1

El propósito del ingreso domiciliario es lograr de forma progresiva y sólida mayor satisfacción en la población y elevar el nivel de competencia y desempeño de los médicos y enfermeras de la familia.2

En la nueva metodología de trabajo para 1996, el Ministerio de Salud Pública se pronunció por el perfeccionamiento de la atención primaria de salud, y dentro de ella el ingreso en el hogar y el trabajo con las familias disfuncionales. Unido a esto, entre otros aspectos, se encuentra el proceso de atención de enfermería (PAE), el cual hoy día constituye la plataforma científica de la carrera de Licenciatura en Enfermería, pues a pesar de que fue introducido hace 20 años, hasta ahora no había tenido una utilidad práctica, ya que el trabajo se basaba solamente en el cumplimiento de las órdenes médicas.

El PAE ayuda a mejorar la calidad de atención del personal y con ello su modo de actuación, ya sea dependiente, independiente e interdependiente y se define como un método científico general, que ha sido aceptado como la esencia de la especialidad. Se trata de un enfoque deliberado que deviene un conjunto de actividades sucesivas e independientes del personal de enfermería, dirigido en el hombre sano a mantener su equilibrio con el medio ambiente y, en el enfermo, a restaurar su salud.3

En la atención primaria de salud se aplica el PAE a las familias disfuncionales y a los pacientes con ingreso domiciliario, ya que de esta forma se logra la participación del equipo de salud junto con la familia en su recuperación.

Por todo lo anteriormente expuesto y dada la importancia del tema, nos decidimos a realizar esta investigación para evaluar la aplicación del PAE en la atención primaria de salud.

MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal del personal que aplicó PAE en el área de salud del Policlínico Comunitario "Alberto Fernán-dez Montes de Oca" de San Luis en la provincia de Santiago de Cuba, desde octubre hasta diciembre de 1996, el que abarcó una muestra de 14 enfermeras de las 28 que laboran en los consultorios médicos.
Para la recolección de la información se confeccionó una planilla de encuesta y se utilizó la entrevista directa con preguntas a través de un cuestionario sobre el empleo de dicho proceso en los pacientes con ingreso domiciliario y las familias disfuncionales; asimismo se revisaron las historias clínicas individuales y las fichas de registro familiar y se efectuó un examen de competencia y desempeño.

Los datos fueron procesados de forma manual y plasmados en cuadros de contingencia de 1 y 2 entradas, en los que se usó el porcentaje como unidad de medida.

RESULTADOS
Durante la etapa analizada, las 14 enfermeras integrantes de la muestra aplicaron PAE a las familias disfuncionales y a los pacientes con ingreso domiciliario (100,0 %). Al relacionar la edad de estos últimos, vemos que sobresalieron los menores de 15 años con 15 (75,0 %), y que sólo hubo 5 (25 %) con más de 15 años.
La calidad de la elaboración de los diagnósticos de enfermería se representa en la tabla 1, donde se observa que de las 14 enfermeras que realizaron PAE en los ingresos domiciliarios, 12 los hicieron correctamente (85,7 %), con resultado similar en las familias disfuncionales (11, para el 78,5 %).

TABLA 1. Calidad de la elaboración de diagnóstico de enfermería

Diagnóstico Ingreso domiciliario Familia disfuncional
de enfermería No. % No. %
Bien 12 85,7 11 78,5
Mal 2 14,3 3 21,5
Total 14 100,0 14 100,0


Fuente: Historia clínica individual y ficha de registro familiar.
La interpretación de la calidad en la elaboración de las expectativas, tanto en los ingresos domiciliarios como en las familias disfuncionales (tabla 2), reveló que fue buena en el 85,7 y 78,5 %, respectivamente.
TABLA 2. Calidad de la elaboración de expectativas de enfermería

Expectativas Ingreso domiciliario Familia disfuncional de enfermería No. % No. %
Bien 12 85,7 11 78,5
Mal 2 14,3 3 21,5
Total 14 100,0 14 100,0


Fuente: Historia clínica individual y ficha de registro familiar.
Al valorar la calidad de las acciones de enfermería (tabla 3), encontramos que resultó buena en el 85,7 % de los ingresos domiciliarios y en el 78,5 % de las familias disfuncionales.
TABLA 3. Calidad de la elaboración de las acciones de enfermería

Acciones enfermería Ingreso domiciliario de Familia disfuncional
No. % No. %
Bien 12 85,7 11 78,5
Mal 2 14,3 3 21,5
Total 14 100,0 14 100,0


Fuente: Historia clínica individual y ficha de registro familiar.
En la evaluación de competencia y desempeño del personal que aplicó PAE en los ingresos domiciliarios y familias disfuncionales, 13 enfermeras recibieron calificación satisfactoria (93,0 %) y sólo 1 (7,0 %) no satisfactoria.
DISCUSIÓN
Con la aplicación del proceso de atención de enfermería hemos obtenido buenos resultados, tanto en la familia disfuncional, como en el ingreso domiciliario, ya que éste permite llevar a la práctica todos los conocimientos teóricos recibidos, pues entre sus objetivos fundamentales figura lograr cambios en el modo de actuación de enfermería y mejorar la calidad de atención al paciente.
En los ingresos domiciliarios al PAE se aplicó mayormente en los menores de 15 años, lo que posibilitó brindar una mejor atención a los niños dentro de su hogar, con la colaboración de la familia.

Nuestros resultados coinciden con los de otros estudios, en los que se plantea que esta modalidad de ingreso resulta favorable para que el niño mantenga su estabilidad psíquica, pues al no verse apartado de su medio familiar esto contribuye a su pronto restablecimiento.4

La buena calidad de la elaboración de los diagnósticos de enfermería se debe a la preparación que posee este personal en la realización de la actividad, adquirida mediante los cursos de perfeccionamiento impartidos por el Comité de Proceso de Atención de Enfermería, al permitirles identificar los principales problemas y las necesidades afectadas. En este aspecto nuestros hallazgos concuerdan con los de otros investigadores, quienes plantean que el diagnóstico de enfermería no es más que el proceso de identificar los problemas y las necesidades afectadas particulares de cada paciente, así como valorar sus recursos para ayudar a tomar decisiones.5

Es importante la correcta realización de las expectativas de enfermería, pues ello posibilita alcanzar buenos resultados, si son bien enunciadas.

Otro aspecto relevante en la atención de los pacientes son las acciones de enfermería; en nuestro trabajo casi la totalidad de las enfermeras fueron capaces de llevarlas a cabo correctamente.

La mayor parte del personal obtuvo calificación de satisfactorio en le evaluación de la competencia y desempeño, lo cual resulta vital, pues de esa forma valoramos los conocimientos y habilidades en el desarrollo de la actividad. En la literatura consultada la evaluación del desempeño profesional es reconocida en distintos países como una vía que contribuye al perfeccionamiento de las pruebas de formación y superación de los recursos humanos.6

SUMMARY
A descriptive, retrospective and cross-sectional study of the staff that carried out the nursing care process in the health area of that carried out the nursing care process in the health area of "Alberto Fernández Montes de Oca" community polyclinic of San Luis municipality was conducted during the periodo October-December of 1996, with the objective of evaluating its application in the primary level of care. To this end, 14 of the 28 nurses working in the family physician offices were taken as a sample: the primary information was obtained from interview performed to each of them and from the reviews applied to the individual medical histories and to the file of familial register; these data were expressed in a survey form that comprised the variables of interest. It was found that all the staff applied nursing care process to house admissions and dysfunctional families, with prevalence in subjects under 15 years old; there was good quality in the preparation of the diagnoses, expectations and actions of nursing in ost of the cases, which had a satisfactory technical-professional evaluation.
Subject headings: NURSING CARE, DESCRIPTIVE EPIDEMIOLOGY; RESTROSPECTIVE STUDIES, CROSS-SECTORIAL STUDIES; BASIC NURSING CARES; PRIMARY HEALTH CARE.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cuba. Ministerio de Salud Pública. Carpeta metodológica. La Habana: Ministerio de Salud Pública, 1996:38--43.
La educación superior de enfermería. Una respuesta al presente con proyección para el futuro [editorial]. Rev Cubana Enferm 1994;10(1):3-4.
Cuba. Ministerio de Salud Pública. Carpeta metodológica de Enfermería. La Habana: Ministerio de Salud Pública, 1997.
Salgado M, Vargas C. La enfermera en la atención al niño en el plan médico y enfermera de la familia área urbana y zona montañosa. Rev Cubana Enferm 1991;4(2):153-62.
Espinosa Ramos O, Bello Fernández N. Diagnóstico de enfermería: como parte del proceso de atención de enfermería. Rev Cubana Enferm 1990;6(1):5-10.
Sierra Prohenza E. La evaluación del desempeño profesional en los procesos pedagógicos del perfeccionamiento. Educ Med Sup 1992;6(6):75-91.
Recibido: 31 de marzo de 1999. Aprobado: 9 de septiembre del 2000.
Lic. Norvelis Duanys Neyra. Policlínico comunitario "Alberto Fernández Montes de Oca", San Luis, Santiago de Cuba, Cuba.


1 Licenciada en Enfermería.
2 Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Dirección Municipal de Salud, San Luis. Santiago de Cuba.


© 2008 1999, Editorial Ciencias Médicas

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EL ARTE DE ENFERMAR.MIRIAM ALBERGANTI

PORQUE NOS ENFERMAMOS

Y LAS EMOCIONES QUE LAS GENERAN

Por: Marlene Pineda

1ª PARTE

La relación entre nuestros pensamientos y emociones y las manifestaciones físicas de una enfermedades son el resultado de un "disgusto" presente en el conjunto mente/cuerpo/espíritu de la persona.

Cuando nos enfermamos, buscamos un remedio rápido para sentirnos mejor, pero casi nunca nos ponemos a pensar en el verdadero origen de esta enfermedad.

Las emociones tienen un efecto profundo en nuestra salud. No solo afectan al sistema inmunológico, sino que crean predisposiciones a muchas enfermedades. Prácticamente a cada enfermedad se le ha asociado una emoción negativa.

Por ejemplo, emociones como el odio, la envidia y el resentimiento están relacionadas con enfermedades como el cáncer y la diabetes. Las enfermedades de la piel se relacionan con la falta de autoestima. Siempre que hay cambios en el estilo de vida hay tensión emocional, lo cual debilita el sistema inmunológico, que a su vez propicia el desarrollo de enfermedades.

Podemos analizarnos a nosotros mismos hasta encontrar cuales fueron las emociones que provocaron la enfermedad. Una vez que tomamos conciencia de ello, es más fácil y rápido superar la enfermedad

Encontrar equilibrio y armonía en nuestras vidas en todos los niveles, tanto emocional, mental, físico y espiritual. A continuación, encontrarás una descripción breve de enfermedades comunes y las posibles relaciones emocionales de su causa.

Accidentes

Todo ocurre por una razón, A veces, ocurren para hacernos reflexionar sobre el curso que esta tomando nuestra vida. O para que tomes una pausa. Intenta reflexionar la razón por lo que lo tuviste, aunque parezca raro que un evento que parece pura "mala suerte" tenga un significado mas profundo

Alergias

Una alergia es una reacción de nuestro cuerpo a un elemento que considera como un invasor. Luchar contra un enemigo, que quizás tu mismo has creado, una lucha subconsciente contra una parte de nuestra vida que nos asusta o no deseamos.

La sustancia que desencadena la alergia es un símbolo del aspecto de tu vida contra el que estas luchando o intentando evitar. Examina los aspectos de tu vida en lo que estas en conflicto.

Dolores de espalda

La espalda representa temas de apoyo. indican que sientes un exceso de responsabilidad pero no quieres admitirlo. O quizás consideras que no recibes el apoyo que te mereces.

Dolores en la parte superior: representan una falta de apoyo emocional. Puede representar una falta de entrega emocional de tu parte.

Dolores en la parte central: corresponden a sentimientos de culpabilidad en el pasado.

En la zona lumbar: representa una falta de apoyo material u económico. Un miedo al futuro relacionado con el dinero.

Abre tu corazón al amor y apoyo de Dios en lugar de cargar tú con todo el peso. Brinda amor y confianza a otros y recibirás de vuelta mucho más de lo que diste.

Presión Alta

Ocurre cuando no expresas tus sentimientos y emociones durante un largo periodo de tiempo. Vives constantemente al borde del conflicto, sin llegar a conclusiones, bajo una presión constante.

Presión Baja

es consecuencia de evadir problemas. Ocurre cuando sufres de una falta de energía vital y no eres capaz de hacerte notar. También puede indicar un intento de evadir o no reconocer tu sexualidad.

Observa las energías dentro de ti. No juzgues. Si eres honesto y afrontas tus problemas, encontrarás una nueva calma (presión alta) o una nueva energía (presión baja).

Bulimia o Bulimia Nerviosa

Esta enfermad está causada por una necesidad de vivir, ser amado y recibir "alimento emocional". Hay una sensación de vació que estás intentando llenar desesperadamente. Puede que te sientas inseguro y con miedo a la perdida.

Aprende a amarte tal como eres, te será más fácil aceptar el amor de otros, porque lo mereces. Date cuenta que hay una fuente ilimitada de amor que está dentro de ti.

Cáncer

Rabia que te consume, un deseo de auto-destrucción. Sentimientos de remordimientos, miedo y rabia interna proveniente de temas arraigados relacionados con el ego que no han sido perdonados.

Cuando aprendas a perdonar, ocurrirá la sanación.

Resfriados y gripe

Puede ser una simple tensión emocional pasajera, por aspectos familiares, escolares, o de trabajo, pero lo suficientemente poderosa como para debilitarnos

Un conflicto crónico esta subiendo a la superficie. Es una manera que tiene tu cuerpo de purificarse, liberándose de productos químicos de la comida, bebida, aire etc. que ingieres.

Toma la oportunidad para descansar y dejar que tu cuerpo se regenere.

Estreñimiento:

Muchas veces está relacionado con la avaricia, el no querer "soltar" (normalmente posesiones materiales). También puede ser que estás aferrado a antiguas creencias y reprimes problemas, temiendo los resultados si saliesen a la superficie.

Tienes que aprender a soltar. Deja que la vida fluya a través de ti y encontrarás la seguridad y riqueza que buscas. Lo que verdaderamente te sustenta viene de Dios y no de fuentes externas.

Diabetes

Indica un deseo de ser amado, combinado con una inhabilidad para dejarse amar. El resultado es "hiperacidez" o sea, los que no aman, se vuelven ácidos. Te falta el dulzor de la vida y añoras el amor que no puedes dar.

No esperes esa pareja ideal imaginaria, deja que el amor te llegue de todas partes. Suelta el pasado y reconoce que el amor, el disfrute y el afecto son elementos fundamentales de la vida.

Cansancio (Síndrome del Cansancio Crónico)

Posiblemente causado por un bloqueo en las emociones que se alojanen la garganta. Sientes una falta total de motivación y una seguridad que todo irá mal.

Necesitas estimularte y ponerte metas, sin quedarte anclado en pensamientos angustiosos sobre el presente o el pasado.

Problemas cardíacos:

Indica una falta de compasión o el hacer cosas sin mucha convicción. Un exceso de emociones y una necesidad de luchar por la supervivencia.

Pregúntate si tu corazón y tu cabeza o en otras palabras tus emociones y tu intelecto están en equilibrio. ¿Vives en contacto con tu corazón? ¿O necesitas ponerte enfermo antes de poder realmente estar en contacto con el? Conecta con tus sentimientos de amor y no tendrás problemas de corazón.

Fumar

Los pulmones simbolizan la idea de libertad y comunicación, que intentas crear fumando. Pero como esas creaciones no son reales, terminan esfumándose como el mismo humo que produces.

Date cuenta de lo que realmente quieres y hazlo realidad. La verdadera comunicación solo puede ocurrir en un ambiente de claridad, y no rodeado por una cortina de humo.

Úlceras

Las úlceras están relacionadas con el miedo y una fuerte convicción de que no vales. ¿Qué te corroe por dentro? Puede que estés reteniendo rabia y pensamientos negativos que literalmente te "pudren desde dentro".

Necesitas entrar en contacto con la fuente de tu estrés y rabia para canalizar esos sentimientos de una manera positiva.

2ª PARTE

Muchas veces la enfermedad es una oportunidad que representa crecimiento y evolución. Hay muchas razones o factores por los cuales nos enfermamos, algunos de ellos son:

• Psicológicos

• Emocionales

• Espirituales o "enfermedades del área"

• Trastornos mentales (heridas, bloqueos, traumas)

• Malos hábitos

• Virus y bacterias

El dolor físico indica la presencia de una enfermedad ya sea emocional o física. Cuando hay enfermedad, el cuerpo físico carece de luz propia .

Los dermatólogos han observado que las enfermedades de piel prevalecen en los pacientes que alientan resentimiento, autocompasión, frustración, ansiedad, culpa y disgusto consigo mismos.

Los cardiólogos han demostrado que los ataques cardíacos son particularmente comunes en individuos agresivos, competitivos y obsesionados por el tiempo.

Los gastroenterólogos han observado una relación similar entre las actitudes emocionales y las enfermedades intestinales y estomacales. (Úlceras pépticas) están asociadas a la ansiedad o a la hostilidad reprimida. Estados de ansiedad prolongados.

Hay estrecho vínculo entre la depresión y la angustia y la aparición del cáncer general y cáncer cervical en muchas mujeres (vencidos por la ruptura de relaciones muy estrechas, contrariedades emocionales que habían intentado ocultar por todos los medios) sentimientos encubiertos de angustia reprimida, un estado de ánimo que alteró su equilibrio neurohormonal y probablemente tuvo un efecto adverso sobre su respuesta inmunológica.

La experiencia ocasional de estos sentimientos, no producen necesariamente estos desequilibrios. Los problemas sólo surgen cuando estas emociones pasajeras persisten y llegan a transformarse en estados de ánimo permanentes

El modo en que pensamos y sentimos condiciona la CALIDAD de nuestra vida.

Algunos psicólogos han seguido investigaciones y determinan que personas que poseen un intenso sentido de motivación y utilidad en sus vidas. Que Tienen una idea clara de su propia identidad y pueden hacer juicios independientes sin sentirse influidos por las opiniones y creencias de los otros eran mas saludables, competentes y satisfechas. Seres `autorrealizados' eran más espontáneos que rígidos y más serenos que ansiosos

Lo mejor es olvidarte de los rencores, los resentimientos, los miedos, las críticas y envidias. Siembra en tu mente pensamientos que te enriquezcan, que te lleven a vivir plenamente, que te llenen de gozo y tu salud mejorará increíblemente. Decreta lo que deseas lograr. Llénate de conocimiento y de cosas que alimenten tu alma haz oración y acércate al Creador.

Aquí una pequeña lista de posible origen emocional de la enfermedad:

ACIDEZ: Miedo. Miedo. Miedo. Miedo paralizante

ACNE: Desaprobación y no aceptación de sí mismo.

ALCOHOLISMO: De qué sirve? Sentimiento de futilidad, culpa e inadecuación. Rechazo de uno mismo.

ANEMIA: Actitud de "si, pero". Carencia de alegría. Miedo a la vida. Sentimiento de no ser suficientemente bueno

ARTRITIS: Sensación de no ser amado. Críticas, resentimientos

En los dedos: Deseo de castigar. Culpa. Alguien que se siente víctima.

Reumatoide: Profunda crítica de la autoridad. Alguien que se siente muy explotado

BRONQUITIS: Dificultades en el medio familiar. Discusiones y gritos. A veces silencio.

BURSITIS: Enojo reprimido. Deseos de golpear a alguien. Alguien que se invalida a sí mismo. Autocrítica. Miedo

CÁLCULOS BILIARES: Amargura. Pensamientos crueles. Condenación. Orgullo.

CATARATAS: Incapacidad de mirar hacia adelante con alegría. Futuro sombrío

CIÁTICA: Hipocresía. Miedo del dinero y del futuro.

COLESTEROL: Obstrucción de los canales de alegría. Miedo de aceptar la alegría

CUELLO: Representa flexibilidad. La capacidad de ver lo que hay detrás

PROBLEMAS DE RIGIDEZ: Negativa a ver más de un aspecto de una cuestión. Terquedad, inflexibilidad. Obstinación

DIARREA: Miedo. Rechazo. Huida.

DIABETES: Nostalgia de lo que pudo haber sido. Gran necesidad de controlar. Tristeza profunda. Ni restos de dulzura.

DIENTES: Representan decisiones. Indecisión antigua. Incapacidad de descomponer las ideas para analizarlas y decidir.

DOLOR CONTINUO: Nostalgia de amor. Nostalgia de ser abrazado.

DOLORES: Culpa. La culpa siempre busca castigo.

ERUCTOS: Miedo. Alguien que se traga con demasiada rapidez la vida.

HEMORROIDES: Miedo a los plazos establecidos. Cólera con el pasado. Miedo a aflojarse. Sensación de estar recargado.

OÍDOS: Cólera. Alguien que no quiere oír. Demasiado alboroto. Discusiones entre los padres.

PARKINSON ENFERMEDAD: Miedo e intenso deseo de controlarlo todo y a todos.

QUISTES: Alguien que vuelve a pasar una vieja película dolorosa y cultiva agravios. Falsos crecimientos.

RIÑÓN: Críticas, decepción, fracaso. Vergüenza. Alguien que reacciona como un niño.

SINUSITIS: Irritación con alguien muy próximo.

SORDERA: Rechazo, obstinación, aislamiento. ¿Qué es lo que no quiere oír? "No me molesten".

TIROIDES: Humillación. "Nunca puedo hacer lo que quiero. ¿Cuándo llegará mi turno?".

TROMBOSIS CORONARIA: Sentimiento de soledad y miedo. "No sirvo... No hago bastante. Nunca lo lograré."

TUMORES: Alguien que nutre viejas heridas y genera remordimiento.

Uñas Morderse: Frustración. Alguien que se come a sí mismo. Resentimiento con uno de los padres.

Otra prueba de la influencia de la mente sobre las afecciones del cuerpo la da esta ecuación con enfermedades definidas como incurable (como el sida)

1) Si acepta el diagnóstico + Aceptar el pronóstico = Tiempo de sobre-vivencia reducido

2) Si Aceptar el diagnóstico + Desafiar y rechazar el pronóstico =Tiempo de sobre-vivencia más prolongado

Los que rechazaban el mal pronóstico de su enfermedad y tienen el deseo de luchar por vivir, incuestionablemente viven más.

Así que mente positiva, recuerden que cualquier duda pueden escribirme.

www.gentemente.blogspot.com

Autor: Marlen Pinda

Adaptado por Miriam Alberganti


__._,_.___

AUTOESTIMA EN EL PERSONAL DE ENFERMERIA

Revista Cubana de Enfermería
ISSN 0864-0319 versión impresa
Rev Cubana Enfermer v.15 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 1999

Policlínico "Pedro Díaz Coello". Holguín
Autoestima en el personal de enfermería
Lic. María Fundichely Quiala1 y Lic. Ilsa Zaldívar Rodríguez1
RESUMEN
Se realizó una investigación de tipo exploratoria a través de encuestas anónimas en la Vicedirección de Enfermería del Policlínico "Pedro Díaz Coello" de Holguín, con el objetivo de analizar el grado de satisfacción y nivel de autoestima que posee el personal de enfermería en su trabajo, durante el período noviembre 1996-abril 1997. El objetivo de este artículo es contribuir a un mejor conocimiento acerca de la autoestima en el personal de enfermería. Se aplicaron encuestas a 80 enfermeras, que se encontraban trabajando, de una plantilla de 103, las restantes estaban de licencia de maternidad, asuntos personales y desarrollando funciones laborales fuera de la localidad, lo que representó el 78 % del total; predominó una larga trayectoria laboral, ya que el 65 % tenía más de 15 años de trabajo, lo que facilitó un correcto análisis de la autoestima en la profesión. Respecto a las cualidades y condiciones, el 100 % refirió parámetros tan altos como las cualidades humanas, la responsabilidad, la consagración, la vocación y ser muy revolucionarias, entre otras, como las más relevantes. El 86,25 % refirió que estudiaron por vocación y se sienten realizadas por haber escogido la enfermería como profesión, consideraron que ésta, es la de mayor valor y son altamente reconocidas, no sólo por sus pacientes, organizaciones de masas de la comunidad donde desempeñan sus funciones, sino por toda la sociedad, con muestras de afecto, cariño y reconocimiento constante, independientemente que existieron algunas que no siempre se manifestaron bien, lo que permitió determinar que el personal de enfermería de este Policlínico en su mayoría poseen un alto nivel de autoestima y que el principio de humanismo, es el rasgo más importante.
Descriptores DeCS: AUTOIMAGEN; PERSONAL DE ENFERMERIA/psicología; SATISFACCION EN EL TRABAJO.

Autoestima es la forma en que uno se percibe y se siente a sí y es una manera de expresar que somos conscientes de nuestra existencia.1 No es más que la unión de la confianza y el respeto hacia uno/a.1 Son muchas las cosas que en la vida contribuyen al bienestar psicológico, por ejemplo, tener una buena autovaloración, disponer de una red de apoyo social fuerte, estable y positiva, adoptar una filosofía optimista ante la vida, todo esto contribuye a reforzar la autoestima.2

Estimarse significa mantener una activa búsqueda del propio mejoramiento, no por "ser el mejor", sino por ser "uno mismo" lo mejor que uno puede hacer constantemente en el desempeño profesional, el personal de enfermería tiene que tomar decisiones, para dar solución a los problemas de salud que presentan sus pacientes, cuidar de ellos con su propia seguridad y la de los demás.3

Algunos autores plantean que solamente amándose a sí mismo, uno es capaz de amar a los demás, condición válida de todo hombre que es el único ser vivo que posee autoconciencia, y esta no surge espontáneamente, sino que se deriva de la relación del individuo con los demás seres humanos, lo que le permite en un momento determinado percartarse de las acciones apropiadas y de las acciones de los demás hacia él desarrollando de esta forma su propia autoestima.3,4

Con el Plan del Médico y Enfermera de la Familia, la acción de este profesional cobra cada vez mayor importancia por su vinculación directa con la comunidad, ya que la atención primaria constituye el primer eslabón de la cadena sobre la cual descansa el sistema de salud. No es casual que hayamos querido trabajar este tema, lo habíamos hecho antes en coordinación con 3 Delegaciones del Bloque No. 221 de la Federación de Mujeres Cubanas en 1996 y fue realmente sorprendente ver la movilización y motivación que causó a las mujeres y en la comunidad en general, el tema de la autoestima.5

El trabajo que desarrolla el personal de enfermería en nuestro país, es motivo de admiración y reconocimiento por el Partido y el Estado, la Revolución dignificó al sistema de salud, y elevó a un plano superior el papel del personal de enfermería, como el eslabón imprescindible en el equipo de salud; no obstante esa supremacía en relación con otras especialidades paramé-dicas, se dice que hay éxodo en la enfermería por la situación del período especial, que existe a raíz del derrumbe del campo socialista, las importaciones se reducen de una manera que carecemos de muchas cosas necesarias; sin embargo, este colectivo se mantiene en su puesto de trabajo día a día, lucha, vence y sale adelante con un servicio de calidad. Estas observaciones me motivaron a hacer esta investigación para analizar el grado de satisfacción y autoestima que posee el personal de enfermería y valorar sus cualidades.

El objetivo general de este artículo es contribuir a un mejor conocimiento acerca de la autoestima en el personal de enfermería. Específicamente pretendemos, determinar años de experiencia en la profesión y motivos por los que estudió la carrera de enfermería, valorar cualidades y condiciones que debe poseer el personal de enfermería, según sus propios criterios, para el adecuado desempeño de su profesión, analizar criterios sobre reconocimientos de su labor y agradecimientos de su trabajo por la comunidad, y analizar el nivel de satisfacción del personal de enfermería en relación con su profesión.

MÉTODOS
Se realizó una investigación de tipo exploratoria, a través de encuestas en la Vicedirección de Enfermería del Policlínico "Pedro Díaz Coello" de Holguín, en el período noviembre de 1996 - abril de 1997; la muestra estuvo representada por 80 enfermeras de un universo de 103, lo que constituyó el 78 % del total, las restantes estaban de licencia de maternidad, asuntos personales y desarrollando funciones laborales fuera de la localidad.
La fuente de obtención de los datos fue totalmente de tipo primario, para lo cual se elaboró un cuestionario (anexo) preparado por la autora de forma individual, el contenido de la encuesta abordó todos los datos necesarios acorde con los objetivos trazados, que contenía una serie de variables tales como: años de experiencia en la profesión, motivos para escoger la carrera, cualidades y condiciones que debe tener la enfermera, desempeño de la profesión, reconocimiento de la labor que realiza, muestras de agradecimiento de la comunidad y satisfacción en la profesión.

La tabulación de los datos se hizo de forma manual por el método porcentual y los cálculos se realizaron con la ayuda de una microcomputadora; los resultados finales se mostraron en tablas de frecuencia simple, para el análisis estadístico se usaron los porcentajes.

RESULTADOS
En la tabla 1 vemos que del total de enfermeras 52 tenían más de 15 años de experiencia laboral (65 %) y 13 de ellas de 10 a 15 años de trabajo (16,25 %).

TABLA 1. Años de experiencia en la profesión de enfermería
Años en la profesión No. %
- 5 4 5
5-10 11 13,75
10-15 13 16,25
+ 15 52 65
Total 80 100

Fuente: Encuestas.

En cuanto a los motivos para escoger la carrera de enfermería, 69 refirieron haber seleccionado ésta por vocación, para el 86,25 % (tabla 2).



TABLA 2. Motivos para escoger la carrera
Motivos No. %
Vocación 69 86,25
Por embullo de una amiga 3 3,75
Tradición familiar 5 6,25
Otros 3 3,75
Total 8 100

Fuente: Encuestas.

Cuando valoramos las cualidades y condiciones que debe poseer el personal de enfermería, según sus propios criterios, para el adecuado desempeño en su profesión el 100 % consideró que deben ser humanas, consagradas, responsables, voluntarias y muy revolucionarias, entre otras, y en el desempeño de su profesión el 100 % dijo ser humanas, responsables, consagradas, muy revolucionarias y con un alto nivel científico (tablas 3 y 3A).

TABLA 3. Cualidades y condiciones que crees debe tener el personal de enfermería
Cualidades No. %
Humanas 80 100
Consagradas 80 100
Responsables 80 100
Buen carácter 52 65
Buena moral 69 86,25
Vocación 69 86,25
Muy revolucionarias 80 100
Honestas 72 90
Voluntariedad 80 100
Laboriosa 60 75

Fuente: Encuestas.
TABLA 3A. Desempeño de su profesión
Cualidades No. %
Humanas 80 100
Responsables 80 100
Buenas relaciones 63 78,75
Ágiles 68 85
Alto nivel
científico-técnico 69 86,25
Muy Revolucionarias 80 100
Consagradas 80 100

Fuente: Encuestas.
Al analizar los criterios acerca del reconocimiento a la labor que realizan, 69 se consideraron reconocidas, lo que representó el 86,25 % del total encuestado, y 11 refirieron que a veces para el 13,75 %, lo que demostró que la mayoría se siente reconocida (tabla 4).

TABLA 4. Reconocimiento de la labor que realiza como enfermera
Reconocimientos No. %
Se consideran reconocidas 69 86,25
A veces la reconocen 11 13,75
Total 80 100

Fuente: Encuestas.

Al indagar si han recibido muestras de agradecimiento por la comunidad que atienden 72 respondieron afirmativamente, por sus pacientes para el 90 %, y 58 por organizaciones de masas para el 72,5 % (tabla 4A).

TABLA 4A. Muestras de agradecimiento de la comunidad
Agradecimientos No. %
Por pacientes 72 90
Por organizaciones de masas 58 72,5

Fuentes: Encuestas.

Cuando analizamos el nivel de satisfacción del personal de enfermería en relación con su profesión, 69 respondieron positivamente para el 86,25 % (tabla 5).

TABLA 5. Satisfacción en la profesión
Sí % No %
Te sientes realizada 69 86,25 11 13,75
Total 80 100 %

Fuente: Encuestas.
DISCUSIÓN
Al determinar años de experiencia en la profesión de enfermería se pudo comprobar que predominó una larga trayectoria laboral, lo que facilitó hacer un profundo análisis del autoestima, al contar con valoraciones de más madurez.2
Cuando analizamos el motivo por el cual estudiaron la carrera de enfermería, la mayoría refirió que por vocación, lo que corrobora el amor y la dedicación con que permanecen en su puesto de trabajo las enfermeras de este policlínico, a pesar del bloqueo, así como del período especial como medida para seguir adelante. No obstante, gracias a las cualidades personales enmarcadas dentro del concepto de autoestima, trabajaron y obtuvieron el "Sello de la Calidad", primer centro que alcanzó esta distinción en la provincia Holguín durante el año 1995.

En cuanto al trabajo de autoestima realizado en la Federación de Mujeres Cubanas existieron aspectos coincidientes, ya que 64 federadas tenían un autorreconocimiento del rol que desempeñan como mujer y se sentían reconocidas con la misma intensidad con que ellas aman.5

A pesar del agradecimiento por la labor que realizan por parte de los pacientes y organizaciones de masas, sí como el reconocimiento que hace nuestro Partido, el Estado y la mayoría de la sociedad hacia el personal de enfermería, aun existen personas en la comunidad, que no aprecian en todo su valor la dimensión de esta entrega. Sin embargo, las enfermeras con una alta autoestima no son impunes al sufrimiento, y en momentos difíciles también se agobian y se desesperan, tienen al igual que todos los seres vivientes, momentos explosivos, sin embargo, logran reponerse con bastante rapidez, porque asumen que tales adversidades son golpes momentáneos de los que podrán salir.2

Llama la atención que aunque la mayoría de las enfermeras se sienten satisfechas en su labor, aun existe desmotivación, insatisfacción, inconformidad y dificultades en algunas de ellas, independientemente que se evidencia un alto nivel de autoestima.

AGRADECIMIENTO
Queremos reconocer con nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que han colaborado en la investigación, recolección de datos, y publicación de este trabajo.
ANEXO. Encuesta Anonima

Anexo. Encuesta Anonima

1. ¿Cuántos años de experiencia tienes en tu profesión?

-5 años 5-10 años 10-15 años 15-20 años + de 20 años

2. Escogiste la carrera de enfermería por:

a) Vocación
b) Embullo de una amiga
c) Tradición familiar
d) Otras

3a) ¿Qué cualidades y condiciones tu crees debe tener el personal de enfermería?

- Humana
- Consagrada
- Responsable
- Buen carácter
- Moral
- Vocación
- Honesta
- Voluntariedad
- Laboriosa
- Muy revolucionaria
- Otras

b) ¿Cómo tu eres en el desempeño de la profesión?

- Humana
- Responsable
- Buenas relaciones
- Ágil


SUMMARY
An exploratory investigation was made from November 1996, to April, 1997 at the Nursing Subdivision of the "Pedro Díaz Coello" Polyclinic, in Holguín, through anonymous surveys aimed at analyzing the satisfaction degree and the self-steem level of nurses in their job. The objetive of this paper was to contribute to a better knowledge about selfsteem in the nursing personnel. 80 nurses who were working, from a staff of personnel of 103, were surveyed. The rest had maternity leave, personal problems, or they were working out of the institution, which accounted for 78 % of the total. It was observed a long working history, since more than 65 % had been working for more than 15 years, which made possible an adequate analysis of self-esteem in the profession. As regards qualities and conditions, 100 % referred to parameteres as high as human qualities, responsibility, consecration, vocation and being very revolutionary, among others. 86.25 % said that they had studied Nursing because they felt really inclined to do it and they were very happy with their proffesion, since they considered its great value and they were highly recognized not only by patients, and mass organizations in the community, but also by the society that constantly showed signs of affection and love. There were some nurses that did not express themselves well, which allowed to determine that most of the nurses in that polyclinic had a high level of self-steem and that the principle of humanism was the most important trait.
Subject headings: SELF CONCEPT; NURSING STAFF/psychology; JOB SATISFACTION.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Mederos Machado M. Autoestima. Sexol Soc 1995;1(1):96-9. [ Links ]
Roca Parara MA. La importancia de saber dónde vamos en la vida. Trabajadores 1997;14:4-5.
. La autoestima y posición activa ante la vida. Trabajadores 1997;17:3-4. [ Links ]
Iyen PW, Taptich BJ, Bermochi Josey D. El proceso de enfermería. En: Proceso de enfermería y diagnóstico de enfermería. Nueva York:1993:18-20.
Rodríguez Báez B, Fundichely Quiala M, Miranda Peláez G. La mujer y su autoestima. (Trabajo investigativo de la FMC) 1996, Holguín.
Recibido: 17 de diciembre de 1998. Aprobado: 26 de mayo 1999.
Lic. María Fundichely Quiala. Ave. de los Internacionalistas Consultorio No. 13, entre 8 y 10, Holguín, Cuba.



1 Licenciada en Enfermería.