lunes, 30 de junio de 2008

AUTOCUIDADO

Revista Cubana de Enfermería
ISSN 0864-0319 versión impresa
Rev Cubana Enfermer v.23 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2007

Promoción y salud
Sociedad Cubana de Enfermería. Holguín, Cuba

Reflexiones del estilo de vida y vigencia del autocuidado en la atención primaria de salud
Jorge Rojas Tejas1 y Magdalena Zubizarreta Estévez2

Resumen
El proceso de cuidar es el resultado de una construcción propia de cada situación, se origina con la identificación de los problemas de salud y las necesidades reales o potenciales de la persona, familia y comunidad que demandan cuidado. Esta construcción es el resultado de la relación entre quienes ofrecen el cuidado y quienes lo demandan y que puede generar autonomía o dependencia como consecuencia de las actividades que asuma el enfermero. Nuestro objetivo es analizar las reflexiones derivadas del pensamiento enfermero, su vigencia, relación del estilo de vida y el autocuidado de la persona, la familia y la comunidad descrito como un esencial componente transcultural en el nivel primario de atención de salud en Cuba. Es en este donde existe el escenario valorativo de las áreas que necesitan ser examinadas por la Enfermería para planificar cuidados, atendiendo a elementos como el régimen nutricional, hábitos tóxicos, creencias religiosas, costumbres y prácticas culturales, valores culturales, estrés, comportamiento sexual, relaciones humanas y sentido de la vida. Se hizo un trabajo descriptivo informacional sobre el componente transcultural, estilo de vida mediante revisión bibliográfica y toma de partido por la experiencia profesional y las características de nuestro sistema único de salud, basados en las teorías de Orem y Leininger , se obtuvo un patrón de conducta en el modo de actuación enfermero para brindar un autocuidado holístico actualizado, fundamentado, responsable y coherente culturalmente ajustado a las necesidades de las personas, sus valores, creencias y estilo de vida.

Palabras clave: Autocuidado, estilo de vida.

La cultura es algo que trasciende al hombre y lo comprende, la cultura debe ser atendida como un todo integrado, que abarca desde el sistema de creencias hasta el sistema tecnológico, pasando por los conocimientos, costumbres, leyes, arte, que permiten al hombre vivir en sociedad.

La transculturación se define como aquel fenómeno que resulta cuando los grupos de individuos, que tienen culturas diferentes toman contacto continuo de primera mano, con los consiguientes cambios de la cultura original de uno de los grupos o ambos. La transculturidad, la multiculturidad o la interculturalidad son conceptos que llevan implícitos el término cultura.

En Cuba aunque de una forma lenta, la Enfermería también ha emergido desde orígenes francamente primitivos, hasta llegar a una moderna Enfermería en vías de desarrollo y perfeccionamiento con un único y primordial objetivo, elevar cada vez más la calidad del cuidado que se brinda a la persona.

El autocuidado en la Atención Primaria de Salud está dirigido a la práctica de actividades que las personas pueden hacer con arreglo a su situación temporal y por su propia cuenta, con el fin de seguir viviendo, mantener la salud y prolongarla, ya que todas las personas en un momento determinado necesitan de autocuidados, es decir demandan cuidados terapéuticos.

El enfermero debe equiparse de tres elementos esenciales:

El conocimiento.
La toma de decisiones.
Realización de la acción.1
El proceso de cuidar es el resultado de una construcción propia de cada situación, se origina con la identificación de los problemas de salud y las necesidades reales o potenciales de las personas, familia y comunidad que demandan cuidado. Esta construcción es el resultado de la relación entre quienes ofrecen el cuidado y quienes lo demandan y que pueden generar autonomía o dependencia como consecuencia de las actitudes que asuma el enfermero.2

Cuando el enfermero de la comunidad brinda cuidados, la calidad de estos implica diversos componentes: la naturaleza de los cuidados, la razón para proporcionarlos, el objetivo que se propone y los medios para brindar. En este caso el autocuidado en la Atención Primaria de Salud se refiere a la modificación o conservación de patrones en el estilo de vida que engendren prevención de la salud.

El objetivo de nuestro trabajo se centra en analizar el componente transcultural y el estilo de vida en el nivel primario de atención a la salud en Cuba, mediante reflexiones y aportes derivados de la experiencia profesional práctica para lo cual se hizo una revisión bibliográfica. Se describieron estos aspectos basados en los planteamientos de Dorotea Orem y Madeleine Leninger , se obtuvo un patrón de conducta en el modo de actuación enfermero de forma tal que se oferte un autocuidado holístico, actualizado, fundamentado, responsable y coherente culturalmente ajustado a las necesidades de las personas, sus valores, creencias y estilo de vida.1,3,4

El personal de Enfermería tiene la posibilidad de promocionar salud con el objetivo de logar salud para todos, teniendo como meta gestar la prevención y acrecentar la capacidad de hacer frente a nuevas conductas generadoras de salud, a través de mecanismos de promoción de la salud tales como: el autocuidado, la ayuda mutua y facilitar ambientes saludables.5

Existen irregularidades en el autocuidado mediante la práctica íntegra de estilos y modos de vida sanos en la población, no existe responsabilidad en el cuidado propio de la salud de las personas y estas delegan erróneamente la responsabilidad a la Enfermería.

El personal de Enfermería ha de prepararse con una identidad renovadora que lo arme de los ingredientes socioculturales para conocer de manera rebuscada la interacción de las personas con su medio, es decir la comunidad, el ambiente familiar y con su propia persona.

Esto conlleva a acciones distintivas que se agrupan como visión holística y actuación integral de la Enfermería contemporánea mediante la aplicación de su método científico, el Proceso de Atención de Enfermería.

Con el uso adecuado de sus conocimientos y habilidades técnicas, el personal de Enfermería que presta servicio en la comunidad, legitima la profesión y la ubica socialmente como capaz de transformar estilos de vida inadecuados.6-9

El problema fundamental radica en que, muchos de los males que agobian a nuestros pacientes se deben a factores socioculturales que inciden negativamente sobre la salud y no nos percatamos profundamente de su existencia en su totalidad, el cuidado profiláctico entonces se debilita y no genera un grupo de acciones importantes para prevenir diferentes enfermedades.10,11

MÉTODOS
Se realizó un estudio referativo sobre el componente transcultural y estilo de vida, así como los elementos que configuran este patrón de convivencia donde deben primar cambios que ameriten conductas generadoras de salud, al enfermero dirigir el autocuidado de la persona, la familia y la comunidad, de forma holística con carácter preventivo o curativo, donde el escenario escogido sea la comunidad.

Se hizo una revisión minuciosa de todas las fuentes de Literatura básica, como Modelos y Teorías en Enfermería, Bases conceptuales de la Enfermería Profesional , programas de Atención Primaria de Salud, Carpeta Metodológica, documentos digitalizados, los tomos de Salud Pública, las teorías de Dorotea Orem y Madeleine Leininger sobre autocuidados y transculturación respectivamente, así como las experiencias profesionales y prácticas personales. El tema tratado es la descripción del componente trascultural: estilo de vida, derivado en: régimen nutricional, hábitos tóxicos, creencias religiosas, costumbres y prácticas culturales, valores culturales, estrés, comportamiento sexual, relaciones humanas y sentido de la vida.

Luego de haber analizado los contenidos, hicimos un análisis detallado de cómo dentro de la disciplina enfermera en la Atención Primaria de Salud, por la diversidad cultural en nuestro país desde el punto de vista cultural y generacional, existen elementos de los cuales debe proveerse el enfermero para brindar, según Dorotea Orem, un autocuidado holístico que comprenda la salud de la persona y el entorno (método orientado a descubrir y modificar las verdades en las personas, familia y comunidad).1,9,10

Nuestro Sistema Nacional de Salud le facilita al personal de Enfermería convivir en la comunidad con el paciente, conocer el entorno donde este se desenvuelve día a día, ser capaz de detectar las influencias negativas y positivas que influyen sobre la persona, la familia y la comunidad, le permite mediante la interacción, realizar indagaciones sobre el estilo de vida de sus pacientes, sus creencias, valores y prácticas culturales, así como sus experiencias, convicciones y sistema de valores.

El personal de Enfermería del nivel primario de atención, es capaz en nuestro sistema, de utilizar herramientas tales como:

La comunicación enfermera.
El examen físico enfermero.
El Proceso de Atención de Enfermería.
Las normas de cortesía, protocolo y urbanidad.
Obrar con tactos psicológico, pedagógico y sociocultural.
La Deontología, la axiología y los principios de la Bioética.4,5,12,13
Estas herramientas permiten penetrar en la familia y brindar un cuidado cultural atendiendo al ritmo, modo y estilo de vida de cada paciente. Esto contribuye a orientar un autocuidado capaz de modificar conductas, cambiar la visión y sentido del conocimiento, mediante acciones de educación para la salud desde el punto de vista profiláctico y la orientación detallada de autocuidado por déficit, que se puede obtener mediante la relación del estilo de vida, su salud, las influencias del entorno sobre la persona y el autocuidado que debe brindar el enfermero para responsabilizar al enfermo mediante en el período cuando no esté presente el personal de Enfermería.

El enfermero de la comunidad debe trascender su cultura y ambiente personales con el fin de tratar de comprender a las personas que son o serán atendidas, debe prepararse psicológica y físicamente para entrar en los distintos escenarios culturales y llevar el autocuidado tan necesario en el control de la salud individual o colectiva.

La Enfermería transcultural
Se centra en el estudio y la clasificación sistemáticas de las creencias, valores y prácticas que se aplican a la asistencia de Enfermería según los conocimientos subjetivos que tiene de ellos, es decir una cultura determinada, a través de manifestaciones de las personas expresadas en el lenguaje, las convicciones y el sistema de valores sobre fenómenos de Enfermería reales o potenciales, como puedan ser la asistencia, la salud y los factores ambientales.1,12

Existe una unidad biocultural del ser humano dado por las diversidades biológicas y culturales de la persona.6

El estilo de vida
De manera global, la forma en que la persona vive y se desenvuelve en un medio determinado, es decir las conductas humanas que asume, sus creencias, costumbres imperantes, su estilo de vida y su cultura, van a determinar quiénes están sanos y quiénes enfermos.

Toda esta materia relacionada con el cuidado cultural, su estrecho vínculo con el estilo de vida y el autocuidado debe primar en los pacientes guiados por el enfermero. Existe irregularidad de correctos autocuidados en el estilo de vida de la población, no existe responsabilidad en el cuidado propio de la salud de la persona que delega erróneamente esta responsabilidad a la Enfermería.14

El autocuidado
Esta teoría de la enfermera norteamericana Dorothea Orem está compuesta por las siguientes partes:

El autocuidado.
El déficit del autocuidado.
Los sistemas de Enfermería.
El autocuidado es la práctica de actividades que las personas pueden hacer con arreglo a su situación temporal y por su propia cuenta con el fin de seguir viviendo, mantener la salud y prolongarla.1

El déficit del autocuidado es la incapacidad para autocuidarse porque la demanda de autocuidado es mayor que la capacidad que tiene para hacerlo.1

El enfermero se trazará acciones para enseñar a la persona a lograr el autocuidado con una planificación y diseño de las acciones:

Totalmente compensatorio: el enfermero se pone en el lugar del paciente y este depende totalmente de él, tal es el caso de pacientes con ingreso domiciliario, encamados o parcialmente postrados.
Parcialmente compensatorio: se combinan las acciones del paciente y las del enfermero.
Ayuda/educación: es lo que se le orienta al paciente para se autocuide, qué debe hacer él solo o con ayuda de la familia.
Es precisamente en este sistema de Enfermería/educación, donde se centra la atención de que el autocuidado exista o no, con la ayuda de métodos de ayuda más eficaces como:

La orientación.
La dirección.
El apoyo físico y psicológico.
La enseñanza de nuevos y variados estilos de vida sanos que él sea capaz de seleccionar.8,9,11-13
La teoría del autocuidado de Dorothea Orem complementa la actuación integral de Enfermería tanto en su método científico, la investigación, el lenguaje común, como la toxonomía y el cuidado, usando las herramientas de: la visión. El límite, el lenguaje, la categorización y el estilo enfermero.

El personal de Enfermería al apoderarse de los conocimientos de los elementos del estilo de vida como componente transcultural y la teoría del déficit del autocuidado de Orem será capaz de brindar un autocuidado holístico con un lenguaje cultural común al penetrar en los hogares y el entorno de sus pacientes, es decir, integralmente.

El personal de enfermería tiene la posibilidad de promocionar salud con el objetivo de lograr salud para todos, teniendo como meta aumentar la prevención y acrecentar la capacidad de hacer frente a nuevas conductas generadoras de salud tales como el autocuidado, la ayuda mutua y facilitar ambientes saludables:

Alimentación adecuada.
Hábitos de vida saludables.
Higiene personal.
Viviendas higiénicas.
Condiciones de trabajo satisfactorias.
Prevención de la fatiga.
Ejercicios sistemáticos y equilibrados.
Recreación, descanso y sueño.
Entre otras cosas es necesario conocer la organización social de la familia, su filosofía, economía colectiva y sistemas políticos, incluyendo también el ambiente comunitario y nunca obviar los riesgos a los que puede estar sometida la persona, la familia y la comunidad.

Descripción de las características del estilo de vida como componente transcultural y el autocuidado
En las actividades de educación para la salud, el personal de enfermería tiene la posibilidad de orientar el autocuidado y la opción de dirigirlo hacia los elementos donde identifique la presencia de su déficit.

Manejo de aspectos positivos:

Reconocer las capacidades de las personas.
Aceptar a la persona en su totalidad (la aceptación es la piedra angular de la autoestima).
Tendremos en cuenta:

Los talentos, habilidades y capacidades.
Los intereses.
Las áreas potenciales de crecimiento (área para mejorar).
Atenderlo y aceptarlo desde las dimensiones antropológica, psicológica y sociocultural.
Manejo de los aspectos negativos:

Límites que tiene la persona, familia o la comunidad.
Malos hábitos.
El enfermero debe hacerse las siguientes preguntas:

- ¿Qué necesidades expresa la persona con determinadas conductas?
- ¿Puede existir expresión de alguna cualidad positiva o negativa en determinada conducta?
- ¿Cómo puedo ayudar a la persona a expresar esa cualidad y satisfacer sus necesidades de forma más positiva?

El autocuidado va encaminado a:

Modificación de hábitos higiénicos, alimentarios, tóxicos, del comportamiento sexual entre otros.
Cambios ambientales dirigidos al amiente físico.
Debemos asegurarnos de que nuestras expectativas como enfermeros sean razonables atendiendo a las características de esa persona. Es importante planificar con anterioridad las acciones para el autocuidado. Seremos claros en nuestras expectativas, llevando un mensaje cultural comprensible. Advertiremos de los prejuicios y recompensas de mantener o modificar toda conducta dentro de su estilo de vida.

Con una previa e inteligente selección y planificación del Proceso de Atención de Enfermería, donde el centro de interés del cuidado de Enfermería con un enfoque holístico refleje un plan de acciones dirigidas a modificar o mantener los modos de vida, el enfermero ofrecerá un autocuidado dirigido a la beneficencia momentánea y posterior en la salud de la persona, por lo que las personas bajo su tutela en su área de salud específica:

Sabrán que la presencia de un nuevo conocimiento positivo cambia y trae resultados beneficiosos a su salud.
Sentirán un deseo de tener la presencia del enfermero como educador-orientador de sus conductas.
Responderán buscando con regocijo y respetando los nuevos patrones de conducta incorporados a su cultura.10,11
A continuación se describen aquellos componentes primarios que categorizan los estilos de vida de nuestros pacientes:

Régimen alimenticio y patrón nutricional
En ocasiones es necesario que una persona cambie sus hábitos alimentarios por la presencia de una enfermedad y se hace difícil porque muchos desean conservar las costumbres de su lugar de origen y estilo propio.

El enfermero(a) debe poseer una amplia cultura alimentaria, con conocimientos sobre nutrición, dietética, cultura y prácticas nutricias, así como relación patrón nutricional-salud.

Más del 90 % de las enfermedades son originadas por estilos de vida inadecuados desde el punto de vista nutricional, tóxicos e influencias estresantes.5

En los diferentes grupos poblacionales existen creencias, costumbres, actividades, prácticas y prejuicios que influyen en la salud, estos pueden ser la sobrealimentación, hipoalimentación, alimentación insana (alta ingestión de grasas saturadas y calorías), composición y valor biológico de los alimentos, requerimientos nutricionales, horario y periodicidad de la alimentación, y la aglactación incorrecta.15-17

Hábitos tóxicos
Hábito de fumar (tabaquismo).
Ingestión de alcohol.
Drogas. (Psicoestimulantes, narcóticos).
Cafeína.
Automedicación.5
Si el estilo de vida que lleva el paciente incluye las prácticas de hábitos tóxicos, entonces estamos frente a un factor de riesgo agravante y el desconocimiento de sus consecuencias y secuelas acarreará la aparición de cuadros patológicos, que muy bien pudieran prevenirse si desde el punto de vista enfermero existe una orientación preventiva.

Creencias religiosas
Es importante conocer con anterioridad las creencias que posean nuestros pacientes e identificar aquellas prácticas que impliquen limitaciones en la esfera de la salud y el autocuidado, como pueden ser: la prohibición o fanatismo de prácticas insanas que bloqueen y abran puertas a las enfermedades.

No juzgar ni criticar conductas o creencias religiosas (transfusiones sanguíneas, mal de ojos, despojos, alimentación insana, santería, espiritismo).
El enfermero(a) debe valorar cuidadosamente la actitud del enfermo hacia la religión y sus necesidades espirituales antes de darle sugerencias o ayuda.18,20
Costumbres y prácticas culturales
Es fundamental tener presente las raíces de la población cubana, su origen multiétnico, pues nuestra cultura es una mezcla y está formada por otras como la española, africana, asiática, caribeña y la aborigen y siempre existirán prácticas de tipo culturales que provocan diferencias con nuestro modo de sentir y convivir.

Son relevantes las prácticas higiénicas personales (deficiente o exagerada), ambientes contaminados (agua, aire, barrio insalubre), el hacinamiento y el estuario, la duración y condiciones del sueño, higiene bucal, patrones de eliminación fecal y vesical, la salud mental, la actividad física (déficit, agotamiento y cultura física) y la vigilancia, carencia y distribución insuficientes de recursos y actividades.6,18

Valores culturales
La vida es muy rica y cada persona y familia así lo manifiesta, tal es el caso de que cada célula familiar va a tener su sello o atributos patrimoniales que también los hacen ser diferentes. Predominan elementos como la ética familiar, los conocimientos científicos, los valores y creencias en relación con la salud, la felicidad y la paz familiar, la educación, cortesía y distinción, los bienes de la familia, estados civiles, hijos, nietos y otros miembros de la misma.

También son importantes las artes y ciencia familiares, la planificación reproductiva, los problemas de salud, las necesidades materiales, biológicas y espirituales, la cultura, así como las predisposiciones genéticas, los gustos y preferencias (hobbies).19,20

Estrés
Condicionante esta que deteriora sobremanera la salud humana y que desencadena desde estados inmunológicos desequilibrados hasta colapsos vasculares, locura y muerte repentina. Así podemos citar el estrés por insatisfacción laboral, familiar y social, trabajo excesivo, sobrecargas domésticas, alteraciones de la autoestima y de la autorrealización.21

Comportamiento sexual
Dirigido fundamentalmente a su orientación social, su estabilidad emocional conyugal, conducta sexual responsable, educación a los hijos, relaciones y equilibrio afectivo desde el punto de vista amoroso en cualquiera de las etapas del desarrollo ontogenético en que se encuentre como pueden ser: la niñez, la adolescencia, la adultez o la senectud.

Relaciones humanas
El impacto de nuevas enfermedades en la cultura y su connotación social como el SIDA, el cáncer, los traumas deformantes e invalidantes (acciones para el enfermo y el sano). Atenderlo desde su punto de vista social o grupo social al que pertenece, por sus características etáreas, grupos de riesgo y sociales (extranjeros, intelectuales, estudiantes, incultos), relaciones interpersonales, la autonomía o la dependencia, así como el aislamiento social, carencia de apoyo social y las personas solas y abandonadas.22

El sentido de la vida
Sabemos que la esperanza de vida ha ido en aumento (población anciana), de donde se derivan cuidados especiales por costumbres y visión de la vida diferentes, por las características generacionales, la juventud, cambios, transformaciones, dialéctica, así como el sentido de la vida y de la muerte (como los riesgos de suicidio).23,24

Estos son elementos claves de observación y reflexión del enfermero para dirigir el autocuidado desde enfoques diversos donde incluya la persuasión y el nivel de autoestima por y para el paciente, según el sentido que le esté dando a su persona en determinado estilo de vida.

CONSIDERACIONES FINALES
Las conductas, creencias, costumbres, estilos y la cultura, determinan quiénes están sanos y enfermos.

La Enfermería transcultural conjuntamente con la teoría del autocuidado constituyen herramientas eficaces para brindar un cuidado enfermero holístico a la persona sana y enferma.

Con el uso adecuado de sus conocimientos y habilidades técnicas, el personal de enfermería que presta servicio en la comunidad legitima la profesión y la ubica socialmente como una disciplina capaz de transformar estilos de vida inadecuados.

El proceso de Atención de enfermería en la comunidad implica al enfermero(a) en un método que posibilita sistemáticamente las acciones dirigidas a satisfacer las necesidades de las personas afectadas por un modo de vida insano, con el fin de ofrecer soluciones, proporcionando un marco dentro del cual se pueda conservar o recuperar el estado óptimo de salud y evaluar el logro de resultados.

En las actividades de Educación Para la Salud el personal de Enfermería tendrá la posibilidad de orientar el autocuidado y la acción de dirigirlo hacia los elementos donde identifique la presencia del déficit del autocuidado en el sistema de Enfermería de Dorothea Orem de Ayuda/Educación.

Anexo 1
Tabla de principales riesgos

Tipos
Variantes

Riesgos biológicos
Grupos etáreos:

• Niños
• Ancianos
• Adolescentes

Riesgos socieconómicos
a) Conductuales:

• Hábito de fumar
• Alcoholismo
• Inadecuados hábitos alimentarios
• Promiscuidad
• Obesidad y sedentarismo
• Dieta cargada en café, condimentos, sal, grasas saturadas y calorías

b) Socioculturales:

• Bajo nivel educacional
• Pobre educación sexual.
• Soledad, abandono y carencia de apoyo.

c) Económicos:

• Pobreza
• Nivel de ingreso bajo

d) Organizacional:

• Pobre accesibilidad
• Baja calidad de atención

Riesgos ecológicos
Características del medio ambiente natural:

• Clima
• Zona geográfica
• Contaminación
• Fuentes nutricias


Summary
Reflections of life style and validity of self-care in primary health care
The caring process is the result of the construction characteristic of each situation originated by the identification of the health problems and the real or potential needs of the person, family, or community demanding care. This construction is the product of the relation between those offering care and those demanding it. It may generate autonomy or dependence as a consequence of the activities assumed by the patient. Our goal is to analyze the reflections derived from the nurse's thinking, its validity, relation of life style and the self-care of the person, the family, and the community, described as a transcultural essential component at the primary health care level in Cuba . It is here, where we find the proper setting to assess the areas that should be examined by nurses to plan care, considering elements such as nutrition regime, toxic habits, religious beliefs, customs, cultural practices and values, stress, sexual behavior, human relations, and sense of life. A descriptive and informative work was done on the transcultural lifestyle, by making a bibliographical review and taking sides, according to the professional experience and the characteristics of our unique health system. Based on Orem and Leininger 's theories, it was possible to achieve a behaviour pattern in the nursing acting mode to give an updated holistic, established, responsible, coherent self-care, culturally adjusted to the personal needs, values, beliefs, and life styles.

Key words: Self-care, life style.

Referencias bibliográficas
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Recibido: 20 de diciembre de 2006. Aprobado: 6 de enero de 2007.
Jorge Rojas Tejas. Facultad de Ciencias Médicas de Holguín.

1Maestrante en Enfermería. Profesor Asistente Facultad de Ciencias Médicas de Holguín. Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería.
2Tutora. Máster en Educación. Posgraduada. Metodóloga Nacional de Enfermería.

CUIDARSE PARA NO MORIR CUIDANDO

Rev Cubana Enfermer v.23 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2007

Reflexión y debate
Hospital Clínico Quirúrgico ¨Hermanos Ameijeiras

Cuidarse para no morir cuidando
Carlos A. León Román1

RESUMEN
La relación de ayuda profesional de enfermería está sustentada en el cuidado de la salud, el cual es un proceso interactivo entre una persona que tiene necesidad de ayuda y otra capaz de ofrecérsela. En este interactúan sentimientos, emociones, creencias, valores, conocimientos, experiencias, vivencias de salud anteriores y mecanismos de afrontamiento a situaciones de salud en particular. En el primer trimestre del año 2006 se realizó una revisión bibliográfica que incluyó diversos libros de textos, artículos y se consultaron expertos en esta temática para ampliar los conocimientos relacionados con los factores que afectan el bienestar y la salud laboral de los enfermeros en su relación de ayuda profesional. Se detallaron algunos elementos que influyen negativamente en la salud del personal de enfermería, la vulnerabilidad para el síndrome de burnout y la importancia de su autocuidado, basado en el estudio analítico de la bibliografía consultada. Se reflejaron algunos elementos que influyen negativamente en la salud del personal, como el enfrentarse al dolor, al sufrimiento y la muerte, a los riesgos biológicos, al estrés mantenido por situaciones de urgencias y emergencias, así como función de roles. Estos factores estresantes convierten a los enfermeros en un personal altamente vulnerable a padecer afecciones físicas y psicológicas, como el cansancio profesional o síndrome de burnout . Los profesionales de enfermería, como defensores de la salud de los seres humanos, deben fomentar en su propia persona, un adecuado autocuidado, que fomente el bienestar bio-psico-social, para desarrollar una personalidad terapéutica que trasmita e inspire salud.

Palabras clave: Relación de ayuda profesional, autocuidado, Síndrome de burnout, enfermería.

La enfermería ha ido perdurando en las diferentes épocas de la historia, por la asunción de distintas responsabilidades y roles, teniendo siempre como punto de referencia los cuidados de salud de las personas. Resultado de ello, ha sido el desarrollo de diferentes conocimientos y habilidades en función de las demandas sociales.

En 1859, Florence Nightingale, planteó que la enfermería es ¨…poner al paciente en las mejores condiciones posibles para que la naturaleza actúe sobre él…¨. Enmarcándola como una ciencia y un arte independiente de la medicina.1

Nightingale centró su interés en el entorno, describiendo los elementos esenciales de este (ventilación, dieta, agua pura, limpieza, ruido, luz, tranquilidad, calor) en relación con el paciente. Dentro de estos elementos, se refirió a la responsabilidad que tiene la enfermera de aprovechar las energías de los individuos para prevenir las enfermedades y mantener la salud.

Planteó que: “…se deben modificar las influencias externas que afectan a la vida y al desarrollo de un organismo y son capaces de evitar, suprimir o contribuir a las enfermedades o a la muerte…”.2

Entre sus postulados planteó además: “…existe necesidad inminente de conceptualizar a la enfermería acerca de su naturaleza y de la necesidad de desarrollar un cuerpo de conocimientos diferentes al de medicina, por tanto enfermería es cuidar y ayudar al paciente que sufre de alguna enfermedad a vivir, lo mismo que la enfermería de la salud, es mantener o lograr que la salud de cualquier persona sana se mantenga y no sea susceptible a la enfermedad…”.

En cuanto a cómo debe ser el rol profesional y cómo debe desarrollarse, a partir de los años 50 del pasado siglo, surge una corriente de opinión importante que trata la propia filosofía de la profesión y pretende dar a la enfermería una identidad propia dentro de las profesiones de salud.1

Varias de estas enfermeras teóricas fueron, Virginia Henderson, Dorothea Orem y Faye Abdellah, que con sus trabajos, intentaron responder a la pregunta ¿qué hacen los enfermeros?, y crearon así la escuela de las necesidades.

Los modelos que pertenecen a esta escuela definen la acción de la enfermera como la satisfacción de las necesidades fundamentales de la persona o de sus capacidades para el autocuidado.2

Por el hecho de reservar un lugar importante a la enfermedad y a los problemas de salud, las concepciones de la escuela de las necesidades han marcado el origen de un centro de interés específico de la disciplina de enfermería o una orientación hacia la persona.

Otras teóricas de enfermería como Hildegard Peplau, Ida Orlando, Joyce Travelbee, Ernestine Wiedenbach e Imogene King, intentaron responder con sus trabajos a: ¿cómo hacen los enfermeros lo que están haciendo?, desarrollaron así la escuela de la interacción.2

Esta escuela trajo consigo un nuevo cambio de paradigma para la enfermería, resaltando al enfermero/a como persona que brinda cuidados. Este aspecto nos permite reflexionar que el enfermero/a en su relación con el entorno puede experimentar problemas de salud, que parten de su propia práctica.

Estos aspectos conceptuales, inherentes a toda búsqueda de identidad, han ido madurando y evolucionando a lo largo del tiempo. Se ha tratado de esclarecer el marco conceptual de la profesión y su identidad, adaptándose a las nuevas estructuras y estrategias del sistema sanitario, que aprenda a cuidar y cuidarse adecuadamente durante la relación de ayuda profesional.3

En la actualidad, existe una preocupación por conocer los factores que afectan el bienestar y la salud laboral. Estudios realizados informan que un excesivo estrés relacionado con el trabajo lleva a tensiones que pueden afectar la salud de los trabajadores y la calidad del servicio que prestan.

El propósito de este trabajo, es intercambiar criterios sobre los factores negativos a la salud que pueden estar presentes en la relación de ayuda profesional y la importancia de un adecuado autocuidado en los enfermeros(as).

MÉTODOS
Se realizó una revisión bibliográfica en el primer trimestre del año 2006, que incluyó diversos libros de textos, artículos y se consultaron expertos en esta temática para ampliar los conocimientos relacionados con los factores que afectan el bienestar y la salud laboral de los enfermeros en su relación de ayuda profesional.

Se detallaron algunos elementos que influyen negativamente en la salud del personal de enfermería, la vulnerabilidad para el síndrome de burnout y la importancia de su autocuidado, basado en el estudio analítico de la bibliografía consultada.

Florence Nightingale, en su juramento realizado en la segunda mitad del siglo XIX, planteó: “Juro solemnemente ante Dios y en presencia de esta Asamblea, llevar una vida pura; y ejercer mi profesión con devoción y fidelidad. Me abstendré de todo lo que sea perjudicial o maligno o de tomar o administrar a sabiendas, ninguna droga que pueda ser nociva a la salud. Haré cuanto esté en mi poder por elevar el buen nombre de mi profesión y guardar inviolable el secreto de todas las cuestiones personales que se me confíen, y asuntos de familia de que me entere en el desempeño de mi cometido. Con lealtad procuraré auxiliar al facultativo en su obra y me dedicaré al bienestar de todos los que estén encomendados a mi cuidado”.1

Como se puede apreciar en este juramento o voto, Nightingale esclareció los aspectos éticos que caracterizarían su actuar profesional, quedando como legado para la posterior creación del Código ético de los enfermeros; además de los legados éticos, mostró claramente la responsabilidad que asumía con el cuidado de la salud de las personas a ella confiadas y como aspecto relevante el cuidado que tendría con su propia salud.

Casi un siglo después de los postulados de Nightingale, una de las principales teóricas de la escuela de las necesidades, Dorothea E. Orem , estructuró dentro de su teoría del Déficit de Autocuidado, tres sub-teorías relacionadas entre sí, que provocaron un gran impacto en la práctica de enfermería. Estas son:4,5

Teoría del Autocuidado.
Teoría del Déficit de Autocuidado.
Teoría de los Sistemas de Enfermería.
En ella plantea que: “El arte de la Enfermería es actuar por la persona incapacitada, ayudarla a actuar por sí misma y/o ayudarla a aprender a actuar por sí misma”.

Orem, define el objetivo de la enfermería como: “Ayudar al individuo a llevar a cabo y mantener por sí mismo acciones de autocuidado para conservar la salud y la vida, recuperarse de la enfermedad y/o afrontar las consecuencias de dicha enfermedad”.5

El concepto de autocuidado de Orem, refuerza la participación activa de las personas en el cuidado de su salud, como responsables de decisiones que condicionan su situación, coincidiendo de lleno con la finalidad de la promoción de la salud. Hace necesaria la individualización de los cuidados y la implicación de los usuarios en el propio plan de cuidados, y otorga protagonismo al sistema de preferencias del sujeto.

Los elementos planteados en esta teoría sustentan la responsabilidad que cada persona tiene con su salud, de fortalecer sus propios recursos para afrontar de manera adecuada las crecientes demandas de salud.

En 1952, se publicó el primer modelo conceptual de enfermería en la obra de Hildegarden Peplau, que lleva por título "Interpersonal Relations in Nursing”. Dio inicio a las teorías que responden a la escuela de la interacción.

El desarrollo de esta escuela fue favorecido por varios acontecimientos políticos y socioculturales en América del Norte. La teoría psicoanalista prevalece en esta época, así como la fenomenología y el existencialismo. Hay una creciente demanda de atención a las necesidades de intimidad y a las relaciones humanas.

Según esta escuela, el cuidado es un proceso interactivo entre una persona que tiene necesidad de ayuda y otra capaz de ofrecerle ayuda. Con el fin de poder ayudar a una persona, los enfermeros deben utilizar su propia persona de manera terapéutica y comprometerse en el cuidado. Es una acción humanitaria y no mecánica. Se señala que se trata de un proceso de interacción entre personas.

A partir de estos preceptos, podemos valorar cómo fue vista la enfermería por las principales teóricas que conforman esta escuela:

Hildegard E. Peplau, define a la enfermería como un proceso significativo, terapéutico e interpersonal. Funciona en cooperación con otros procesos humanos que hacen posible la salud de los individuos en las comunidades. Cuando los equipos de profesionales de salud ofrecen servicios sanitarios, los enfermeros participan en la organización de las condiciones que facilitan la marcha natural de las tendencias del organismo humano.

Ernestina Wiedenbach, conceptualizó a la enfermera como un ser humano funcional. Como tal no solo actúa, sino que también piensa y siente. Sus pensamientos y sentimientos como enfermera son importantes, están íntimamente relacionados no sólo con lo que hace sino con el modo en que lo hace.

Joyce Travelbee, planteó que el enfermero también es un ser humano. Este posee un bagaje de conocimiento especializado y la capacidad para aplicarlos con el propósito de ayudar a otros seres humanos a prevenir la enfermedad, recuperar la salud, encontrar un sentido a la enfermedad o mantener el máximo nivel posible de salud. La Enfermería es un proceso interpersonal que ocurre entre la enfermera y un individuo o un grupo de individuos.

Como se puede apreciar, estas teorías trajeron un cambio de paradigma para enfermería, pues el enfermero en su relación de ayuda profesional debe reconocerse también como persona, que no sólo actúa, sino que también piensa y siente, que debe desarrollar una personalidad terapéutica en el proceso del cuidado.

Este cambio de paradigma, reconoce al Modelo de Relación Persona-Persona de Joyce Travelbee, así como el de las otras teóricas, como revolucionarios, pues brindaron un nuevo enfoque en la relación de ayuda profesional, pues muestra al enfermero/a como una persona que brinda cuidados y al paciente como la persona que demanda del cuidado.

La relación de ayuda profesional de enfermería, requiere que se establezca sobre la base del respeto a la integridad y dignidad humanas, el valor de la vida, las dimensiones legales, el establecimiento de una ética en las relaciones interpersonales, los derechos, la individualidad, el consentimiento, el respeto a la autonomía y a la toma de decisiones.

Esta relación tiene como fin propio, ayudar a las personas sanas o enfermas que necesitan de nuestro cuidado y supone una interacción entre dos o más personas. Todo contacto humano está sujeto a una mediatización simbólica (la palabra, la representación) que no es otra cosa que el instrumento de ese contacto: el contacto significa implicación emocional, intelectual y de actitud entre las personas, supone compromisos y acuerdos, interés mutuo en un objetivo o tarea común.

La ayuda profesional puede ser concebida como un campo de experiencia, donde se viven a la vez, las creencias y los valores arraigados en lo esencial de la disciplina, la aplicación de conocimientos, así como el ejercicio de un juicio clínico, que conduce a una intervención reflexionada.

Las relaciones del enfermero en la sociedad se basan en un estado de equilibrio entre las habilidades de enfermería para prescribir, asignar, manejar y mantener los sistemas de autocuidado terapéutico de las personas y las capacidades de estas y de sus familiares para realizarlas.

Este Modelo de Relación persona a persona, muestra que el primer contacto que se realiza entre el enfermero/a y el paciente se denomina encuentro original, que permite un segundo momento denominado revelación de identidades, permitiendo el tercer momento donde se produce la empatía, en el cuarto la simpatía, hasta llegar a la compenetración.5

Este cambio de paradigma, aporta que la ayuda profesional de enfermería está sustentada por el brindar-recibir cuidados, donde interactúan sentimientos, emociones, creencias, valores, conocimientos, experiencias, vivencias de salud anteriores y mecanismos de afrontamiento a situaciones de salud en particular.

En esa relación de ayuda profesional, el personal de enfermería debe tomar una postura terapéutica, que transmita e inspire salud, basado en sus habilidades intelectuales, prácticas y su propia filosofía de trabajo.

Pero sería meritorio preguntarnos, para poder transmitir e inspirar salud, ¿debo preocuparme por mi auto-cuidado?

¿Alguna vez hemos analizado si nuestras dolencias parten de nuestro quehacer profesional?

En relación con la ayuda profesional de enfermería, basada en la asistencia del cuidado a las personas, se reflejan algunos elementos que influyen negativamente en la salud del personal, pues, trabajar con personas a las que hay que atender, cuidar, orientar, ayudar o sencillamente acompañar cansa doblemente. Durante el proceso del cuidado , el enfermero se enfrenta al dolor, al sufrimiento y a la muerte, a los riesgos biológicos, al estrés mantenido por situaciones de urgencias y emergencias, así como función de roles (de madre, hermano, de amigo).

Otros elementos que pueden ser valorados en este sentido son, el ser los únicos cuidadores permanentes del paciente las 24 horas del día, la alta responsabilidad dentro del proceso asistencial, los posibles problemas de relaciones humanas y de comunicación dentro del propio equipo de trabajo, las condiciones y la sobrecarga de trabajo; y si a estos elementos se le añaden, las tareas que debe emprender la enfermera en su hogar, como el cuidado de su propia familia y sus condiciones propias de salud, muestran realmente que el enfermero/a está sometido a múltiples factores estresantes, tanto de carácter organizacional, como propios de la tarea que ha de realizar. Estas características hacen que el síndrome de burnout tenga una incidencia relativamente alta en esta profesión.

La salud de los enfermeros es un factor indispensable para mantener el equilibrio en su actividad, condición a través de la cual las acciones, actitudes, comportamientos y obligaciones pueden desarrollarse sin tensiones que debiliten o interfieran los cuidados específicos de enfermería.

La enfermería es una ocupación estresante. Estudios realizados en enfermeros de diferentes países sugieren que hay 4 situaciones que aparecen comúnmente percibidas como estresantes para las enfermeras.6,7

En la actualidad, a nivel internacional, varios enfermeros y psicólogos, se preocupan por el síndrome de burnout, estrés laboral asistencial de tipo organizacional que afecta fundamentalmente a los profesionales que tienen relación con usuarios de diferentes servicios, siendo de gran relevancia en la profesión de enfermería, dadas la naturaleza estresante de este trabajo y en las variables causales y mediadoras del burnout, como una forma particular de estrés laboral en estos profesionales.8

La mayor parte de los investigadores coinciden en identificar este síndrome como un estrés laboral asistencial que afecta a los profesionales de diversas ramas, pero que generalmente mantiene un tiempo considerable en intensa implicación con gente que a menudo se encuentra en una situación problemática y donde la relación puede estar cargada de sentimientos de turbación, frustración, temor o desesperación.9,10

El burnout no es cualquier tipo de estrés. Se han elaborado varios modelos para su explicación. La mayoría de los autores reconocen 3 dimensiones fundamentales en este fenómeno: cansancio emocional, despersonalización y falta de realización personal; ven en la organización de las actividades laboral-institucionales y en determinadas características personales, matizadas por el contacto continuo y frecuente con el público, sus principales fuentes causales.11-16

Las consecuencias en salud reportadas en los pocos estudios que encontramos son similares en algunos casos. La Asociación de Médicos Municipales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires publicó en su Boletín Científico que los síntomas relacionados con la actividad laboral son la ansiedad, la tensión, las cefaleas y los problemas cardiovasculares como arritmias e hipertensión. Román, en su estudio enfocado hacia el estrés y el burnout en profesionales de la salud de los niveles primario y secundario, menciona que los síntomas de estrés más frecuentes en el nivel primario de atención fueron los trastornos del sueño, las cefaleas, la ansiedad, la irritabilidad, la depresión, la fatiga o debilidad y la acidez o ardor estomacal.17 Estos elementos pueden acarrear problemas de salud físico, psicológico, así como insatisfacción por el trabajo, deterioro de la autoestima, elementos que pueden afectar la calidad del servicio que brindan los enfermeros.

Estos aspectos nos permiten reflexionar, a nosotros, los profesionales del cuidado, que debemos comenzar por nuestro autocuidado, para mantener nuestra salud y poder seguir cuidando. Para ello debemos crear mecanismos de defensa o de afrontamiento al estrés, establecer una relación humana entre nosotros mismos, mantener un estilo de vida saludable, contar con un sistema de cuidador del cuidador en las áreas de riesgo o de gran demanda psicológica, que permitan trazar estrategias de intervención que eviten enfermarnos en nuestra entrega al cuidado de los demás. Esto posibilitará mantener la calidad de la atención de enfermería, la satisfacción de los pacientes y la preservación de la calidad de la vida laboral de estos profesionales.

CONSIDERACIONES FINALES
La enfermería, como único cuidador permanente en el proceso asistencial, se encuentra sometido a varios factores estresantes que lo convierten en un personal altamente vulnerable a padecer afecciones físicas y psicológicas, como el cansancio profesional o síndrome de burnout, si no sabemos canalizar adecuadamente nuestra entrega durante el proceso del cuidado.

Los enfermeros, como defensores de la salud de los seres humanos, deben fomentar en su propia persona, un adecuado autocuidado, que fomente su bienestar bio-psico-social, para desarrollar una personalidad terapéutica que trasmita e inspire salud.

Summary
Take care of yourself not to die giving care
The professional nursing assistance relation is sustained on health care, which is an interactive process between a person needing support and another capable of offering it. Feelings, emotions, beliefs, knowledge, personal experiences, past health, and mechanisms to face health situtations, in particular, interact in this process. During the first trimester of 2006, it was made a bibliographic review including textbooks and articles. Experts were asked on this topic to expand the knowledge related to the factors affecting the well-being and occupational health of the sick persons in their relation of professional help. Some elements influencing negatively on the nursing staff's health, the vulnerability to Burnout syndrome, and the significance of self-care were detailed, based on the analytical study of the bibliography consulted. Some other elements exerting a negative influence on the pesonnel's health, such as facing pain, suffering, death, biological risks, and the stress maintained by emergency situations, as well as the role functions, were exposed. These stressing factors turn nurses into a highly vulnerable staff to suffer from physical and psychological affections as professional fatigue or Burnout syndrome. The nursing professionals as defenders of the human being's health should promote in their own person a proper self-care to foster the biopsychosocial well-being to develop a therapeutical personality transmitting and inspiring health.

Key words: Professional assistance relation, self-care, Burnout syndrome, Nursing.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 19 de diciembre de 2006. Aprobado: 14 de enero de 2007.
Carlos Agustín León Román. Águila 712 apto 44 entre Estrella y Maloja. Centro Habana. Teléfono: 8614719 .
E-mail: cleon@infomed.sld.cu

1Máster en Enfermería. Profesor Auxiliar Principal. Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería. Miembro del Grupo Nacional de PAE. Subjefe Docente de Enfermería

sábado, 28 de junio de 2008

PENSAMIENTO HUMANISTA Y FILOSOFICO EN ENFERMERIA

Revista Cubana de Enfermería
ISSN 0864-0319 versión impresa
Rev Cubana Enfermer v.23 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2007

Centro Nacional de Perfeccionamiento Técnico y Profesional de la Salud
“Dr. Fermín Valdés Domínguez”

Influencia del pensamiento humanista y filosófico en el modo de actuación profesional de enfermería
Alain Agramonte del Sol1 y Joel Leiva Rodríguez2

RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica con el objetivo de valorar la influencia del pensamiento humanista y filosófico en el modo de actuación profesional de enfermería. Es considerado en nuestro análisis el proceso de institucionalización de la enfermería profesional, así como la necesaria vinculación que se establece entre el pensamiento filosófico, los elementos más genuinos de la ética médica, la bioética y el Proceso de Atención de Enfermería, para establecer estrategias de cuidados profesionales en los que el proceso de humanizar en el arte de cuidar, conduzcan hacia unos servicios en salud de excelencia en el presente siglo, como respuesta a la creciente demanda de personalización de la asistencia sanitaria. Se concluye que es necesario vincular conocimientos de otras ciencias a la Enfermería para materializar su objeto de estudio de manera holística, pues la calidad en la formación de este profesional no depende exclusivamente de los conocimientos, habilidades intelectuales y hábitos profesionales contemplados en el currículo universitario, sino también de sus motivaciones, de los intereses personales y colectivos, así como el sistema de valores que regulan su ética profesional, pues no se puede desligar la buena praxis del cuidar de los valores humanistas, a partir de una propuesta de filosofía de la Enfermería que incluye con enfoque sistémico a los componentes: seres humanos, medio ambiente, salud, enfermero y enfermería.

Palabras clave: Pensamiento humanista y filosófico, modo de actuación profesional de enfermería, Enfermería profesional.

Desde la aparición del hombre en el planeta, surgió la necesidad de mantener su especie; para ello, a través de generaciones, ha acumulado conocimientos, habilidades, rituales, costumbres y prácticas que ha transmitido de generación a generación, elementos que hoy se concretan en algunas disciplinas científicas como la medicina y la enfermería, responsabilizadas junto a otras, con el cuidado de la salud humana.

La Enfermería ha evolucionado de forma vertiginosa y espectacular como disciplina científica; aceptándose por los propios profesionales de la enfermería y por otros que contribuyen en su labor, que esta profesión posee dos dimensiones: ciencia y aplicación de los descubrimientos científicos a los sistemas de cuidado, o lo que es lo mismo, la práctica de la enfermería. La aceptación de que su práctica se basa fundamentalmente en su propio conjunto de conocimientos emanados de la ciencia, es tal vez uno de los mayores logros alcanzados.

El desarrollo científico técnico de los profesionales cubanos de enfermería ha posibilitado obtener niveles superiores de competencia y desempeño, que se reflejan en el enfoque humanista de la profesión al abordar los problemas de salud y la satisfacción de necesidades humanas como eje central de su actuación, influenciado además, por concepciones filosóficas que se materializan en la propia concepción e instrumentación del modo de actuación profesional: el Proceso de Atención de Enfermería (Proceso de Enfermería).

Este trabajo se sustenta en el sistema de creencias o filosofía de la enfermería, reflejada en la ética profesional y su vinculación con el Proceso de Enfermería, modo de actuación profesional inherente a la disciplina de enfermería. A través del mismo pretendemos valorar la influencia del pensamiento humanista y filosófico en el modo de actuación profesional de enfermería.

MÉTODOS
Se realizó una revisión bibliográfica que contempló diversos textos, artículos y folletos que reflejan la influencia de enfoques humanistas y filosóficos en el Proceso de Enfermería. Fueron consultados expertos tanto del campo de la filosofía como de la enfermería, acción que enriqueció los criterios que sustentaron nuestro propósito.

La valoración que realizamos tuvo como eje central las responsabilidades éticas inherentes a las tareas especiales que lleva a cabo el enfermero profesional para satisfacer las necesidades de los seres humanos. Consideramos que la responsabilidad profesional de los enfermeros consiste en aplicar en todo momento los principios de protección de la humanidad, al existir una estrecha relación entre la buena praxis del cuidar y los valores humanistas, basándose en un sistema de creencias o una filosofía de la enfermería que incluye como componentes a los seres humanos, el medio ambiente, la salud, el enfermero y la enfermería, filosofía que se materializa en la ética profesional que se evidencia en el Proceso de Enfermería, método de actuación profesional inherente a esta disciplina científica.

A medida que transcurren las décadas, la enfermería se hace más sensible a las necesidades en el campo de los cuidados de la salud, más creativa en el empeño de cubrir estas necesidades y más objetiva para analizar sus esfuerzos y objetivos profesionales. Es una profesión dinámica y su práctica está en constante transformación.

No existe una definición única de enfermería, pues cada modelo propuesto por las diferentes teóricas y a su vez las filosofías que abordan esta problemática, aportan diferentes enfoques aplicados a la planeación y aplicación de diferentes sistemas de cuidados. Aunque en todas se aprecia el rol bien definido del profesional de enfermería en función del cuidado de la salud del hombre.

Este fenómeno está motivado por el auge que ha tenido la enfermería, influenciada por las condiciones socioeconómicas de cada país, y los acontecimientos históricos que por lógica repercuten en cualquier campo profesional.

¿Qué es la Enfermería y cuál es el trabajo del profesional ligado a ella? Estas son inquietudes cuya respuesta debe saber toda persona interesada en realizar su estudio, la que puede ser hallada de acuerdo a la vivencia o a lo que se haya oído o visto sobre el asunto, pero no es fácil encontrar contestaciones definitivas.

Muchas han sido las definiciones que sobre la Enfermería han propuesto sus dirigentes y organizaciones profesionales, tomando siempre como punto de referencia las actividades que realiza este profesional en el equipo de salud.

Desde que por vez primera, en 1859, fuera reconocida por Florence Nightingale como “…la encargada de la salud personal de alguien (...) y lo que la enfermería tiene que hacer (...) es poner al cliente en las mejores condiciones para que la naturaleza actúe sobre él…”,1 hemos asistido a diversas propuestas que asumen el rol del enfermero en torno al cuidado de la salud humana, entre ellas: American Association of Colleges of Nursing,2 National League of Nursing Education,3 Annie Goodrich,4 Esther Brown,5 Sir William Osler,6 S. Smeltzer & B. G. Bare,7 P. Iyer Taptich - J. Losey - D. Bernocchi,8 E. Wiederbarch,9 F. Abdellah,10 L. Hall,11 J. Watson,12 P. Benner & J. Wrubel,13 Berth Hamer & Virginia Henderson.14

Al analizar las definiciones de enfermería que han realizado diferentes organizaciones profesionales y académicas, así como reconocidos autores, podemos observar que algunas son de orden tan general que, aunque describen un aspecto importante del papel del enfermero, podrían aplicarse a otros tipos de servicios médicos. En su gran mayoría, no se aprecia diferenciación entre la enfermería y otros profesionales, como la medicina, la terapéutica ocupacional o la terapéutica física, cuyo fin es el mismo, aunque son reconocidas la amplitud y la profundidad del servicio de enfermería en la propuesta descrita por Goodrich.4

En estudio realizado por otras autoras, presentado con la esperanza de ayudar a todos los que escudriñamos y desempolvamos escrituras con el propósito de encontrar respuesta a las inquietudes que dan inicio a este segmento, se concluye que “la enfermería consiste ante todo en ayudar al individuo (enfermo o sano) en la ejecución de aquellas actividades que contribuyen al mantenimiento de la salud o a su recuperación (o alcanzar una muerte tranquila); actividades que puede llevar a cabo sin la ayuda de otros, siempre que tenga la fuerza, la voluntad y los conocimientos necesarios. Es también labor peculiar de la enfermería preparar a los individuos a independizarse de dicha ayuda tan pronto sea posible.”14

Quizás se ha dicho en varias ocasiones que la responsabilidad principal de los enfermeros consiste en ayudar al enfermo a llevar a cabo su programa de vida habitual, facilitándole la realización de las actividades que regularmente practica solo. También ayuda a la ejecución de aquellas tareas que hacen de la vida algo más que un proceso vegetativo, a saber: el intercambio social, el aprendizaje, la recreación y aquellas que de algún modo pueden considerarse productivas. En otras palabras, ayuda a mantener o a crear un régimen de salud que el enfermo, si tuviera las fuerzas, el conocimiento y el amor a la vida suficiente, llevaría a cabo sin ninguna ayuda. Nadie como el enfermo para satisfacer esta íntima, imperiosa y muchas veces expresada necesidad humana.

Además de su rol principal, el profesional de enfermería ayuda al paciente a seguir el tratamiento que el facultativo prescribe y que no puede ejecutar por sí solo.

En el ejercicio de la profesión de enfermería experimentamos con frecuencia la necesidad de conocimientos, habilidades, competencia relacional y emocional para manejar con soltura y eficacia la relación y hacer que esta sea un instrumento de colaboración.

Cuando hablamos de relación de ayuda, afirma José Carlos Bermejo, nos referimos a un modo de cooperar en el que se emplean especialmente recursos racionales para acompañar a otro a salir de una situación problemática, a vivirla lo más sanamente posible, si no tiene salida, o a recorrer un camino de crecimiento. Agrega, además, que esta ayuda consiste en ofrecer recursos a una persona para que pueda superar o afrontar sanamente una situación difícil o para dar un paso al frente del camino de crecimiento humano, en el sentido más amplio de la palabra. Los recursos pueden ser materiales, técnicos o relacionales. Esto no tiene lugar necesariamente en ámbitos profesionales ni es monopolio de las llamadas profesiones de ayuda: psicoterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, orientadores familiares y otros.15

Ser un profesional de la enfermería implica hoy cualidades muy especiales. Requiere crear y construir permanentemente nuestra profesión. Reclama fuerzas para mantenerse frente al dolor de otros. Requiere imaginación crítica para adaptar a la organización de los servicios de salud, un entorno favorecedor del cuidado de las personas. Requiere de una preparación y un talento científico, técnico, humano, que posibilite enseñar y ayudar a suplir las necesidades del cuidado de cada individuo como ser único, incorporando su entorno, la familia y la comunidad.16

La enfermería ha avanzado con decisión para instaurarse como disciplina científica. Comenzó a crear y sometió a prueba sus propias bases teóricas, a fomentar el desarrollo académico de las personas que ejercen a nivel profesional, a aplicar sus propias teorías a la práctica y a utilizar esta para enriquecer aquellas.

En la actualidad algunos consideran que este camino no debe ni puede apartarse del propio desarrollo del Proceso de Enfermería como método de actuación profesional distintivo del pensamiento y actuar enfermero.

Por tal motivo, consideramos que “el postulado basal sobre el cual debe erigirse la formación del enfermero profesional es la apropiación del Proceso de Enfermería como modo de actuación profesional inherente a este campo”.17

La enfermería al igual que otras ciencias, se beneficia de la filosofía esencialmente porque ella rige sus métodos a través de la lógica y la ética. Su punto de convergencia con las demás ciencias será el de “compartir e incrementar los conocimientos de la humanidad”.18

En el caso de la enfermería, la creación de una “filosofía de enfermería” sirve para recordar a la profesión su sistema de creencias, guiarla en la obtención de propósitos éticos en la educación, práctica e investigación y regir, a su vez, el desarrollo del basamento o cuerpo teórico de su práctica. Este desarrollo conducirá al mejoramiento de la salud y de los cuidados que proporciona a los que necesitan de una atención de enfermería para solucionar aquellos problemas o situaciones de salud que requieran de intervención profesional.

La filosofía que poseemos los enfermeros respecto a la enfermería, es de vital importancia para la práctica profesional, pues incorpora el sistema de creencias y considera las vías de obtención de conocimientos.

La enfermería precisa de regentes que sean filósofos en su profesión, téngase en cuenta que “en nuestra sociedad, cada vez más compleja y rápidamente cambiante, existe una necesidad asociante sin precedentes de que cada uno de los grupos que forman parte de ella trabajen por el bien común; con el objetivo de satisfacer esa necesidad, se requiere también de un tipo especial de liderazgo. Es preciso la dirección de visionarios que puedan juzgar la importancia social de los descubrimientos científicos, decidir cómo se pueden y deben usar los avances tecnológicos para alcanzar los fines de los seres humanos y lograr el progreso social, y que sean capaces de convertir en mejoras para la humanidad los adelantos realizados en su propio campo de conocimientos especializados”.19

Consideramos que la enfermería debe preparar a sus profesionales con una visión de disciplina científica, cultivando la constante preocupación por el bien fundamental de la humanidad y que posean, a su vez, un sistema de valores y creencias que revele su entereza ética.

En tal sentido, Kahn y Wiener sentenciaron: “La tecnología cambia y la población crece con toda rapidez, que los fundamentos de la vida social y la adaptación de los seres humanos al medio ambiente material y social tendrán, en el siglo XXI, muchos aspectos diametralmente diferentes a lo que conocemos hoy en día”.20

La enfermería tiene dos dimensiones principales: “– la ciencia de la enfermería y – la utilización o aplicación de esta ciencia para el mejoramiento del hombre; es decir, la práctica de la enfermería”. (Rogers ME, Meleis A, May K. Nursing: Today's happening. Ponencia presentada en el Día Anual de Egresados, University of North Carolina, School of Nursing, 2 de junio; 1967-1981)

Según Meleis y May, observación que esgrimimos, “...la ciencia de la enfermería genera teorías para capacitar a las enfermeras profesionales en el control de la práctica”.21

Desde finales del siglo XX, la enfermería ha progresado en forma espectacular como método científico. Había sido considerada como una disciplina práctica, el mayor logro alcanzado en los últimos años ha sido la aceptación naciente de la idea de que su praxis fundamentalmente se basa en su perteneciente acervo de conocimientos procedentes de la ciencia.

Esta sabiduría conforma el cuerpo teórico que ayuda a adquirir conocimientos que permiten completar las prácticas jornaleras a través de la descripción, explicación, predicción y control de los fenómenos. El discernimiento teórico ha propiciado mejoras en la capacitación de los enfermeros, pues los métodos aplicados de forma sistemática tienen mayores posibilidades de éxito. La teoría facilita a los profesionales autonomía de acción, ya que sirve como guía en los aspectos prácticos, educativos y de investigación asociados a sus funciones profesionales. Además, su estudio ayuda a desarrollar las habilidades analíticas, estimula el razonamiento, aclara los valores y suposiciones que se aplican y determina los objetivos de la práctica, la educación y la investigación en enfermería. Se le atribuye también, el mérito de que los enfermeros sabrán en cada momento las razones de sus actos.22-27

En el contexto disciplinar de la Enfermería y en las últimas décadas, “hemos asistido al surgimiento de una diversidad de posiciones epistemológicas y racionalidades aparecidas sobre todo como oposición frontal a la epistemología positivista dominante en el ámbito de la salud, surgida tras la explosión tecnocrática y empirista de los años sesenta”.28

Diferentes enfoques y tendencias han ido apareciendo y se han ido articulando en los escenarios de debate profesional. Tal vez esa sea la causa de que “...el saber enfermero se caracteriza hoy día por una aceptación de la diversidad epistemológica y la pluralidad metodológica, aspectos estos sobre los que giran los problemas actuales a los que denominan paradigmas o estructuras de racionalidad”.28

Actualmente se están generando con más o menos rigor, con mayor o menor nivel de formalización, enunciados normativos, reglas, normas y procedimientos orientados a la prescripción de los actos de cuidado, normas que suponían el conocimiento del que hace. Se trataba de lo que hoy denominamos Teorías del Cuidado (objeto formal de la enfermería). Por último, y coincidiendo con la toma de conciencia por parte de amplios sectores de la comunidad de investigadores que se dedican al estudio y desarrollo de estas teorías del cuidado, no se trata de pensar qué y cómo se realiza el acto de cuidar, sino más bien, de iniciar una teorización acerca de la naturaleza, los límites y la validez del conjunto de concepciones, definiciones y proposiciones que proyectan una visión sistemática de los fenómenos de enfermería, estableciendo para ello las relaciones específicas entre los conceptos a fin de describir, explicar, predecir y/o controlar los fenómenos, discursos y reflexiones que constituyen lo que actualmente denominamos “Epistemología de la Enfermería ”.28

La filosofía del profesional de enfermería respecto a su profesión es fundamental para su práctica. Esta comprende el sistema de creencias de la enfermería profesional e incluye la búsqueda de conocimientos. Sirve para recordar a la profesión su sistema de creencias, guiarla en la obtención de metas éticas, prácticas e investigaciones de la enfermería y regir el desarrollo de la base teórica de la profesión.

La ciencia de la enfermería es el estudio de las relaciones entre los enfermeros, los pacientes, el medio ambiente social y natural. Se puede inferir de esta conceptualización el carácter científico de la enfermería y por tanto, su basamento en la lógica y el método científico.29

Considerado un método particular del método científico, aplicado a un problema de la salud humana, el Proceso de Enfermería es el método mediante el cual se aplica la base teórica del ejercicio de la especialidad, constituyendo una guía para el desempeño, posibilita la organización de pensamientos, observaciones y deducciones. Proporciona, además, las bases para las investigaciones en este campo. Así mismo contribuye a la promoción, prevención, mantenimiento y restauración de la salud de los individuos, las familias y comunidades. Exige del profesional capacidades consultivas, técnicas y personales para cubrir las necesidades afectadas.30-34

Cambiar el modo de actuación de enfermería de automático a deliberado, responsable y profesional, que sea capaz de interpretar las necesidades inmediatas del paciente y prestarle ayuda calificada, además de mejorar la calidad de la atención de manera personalizada34, es en esencia, el objetivo del Proceso de Enfermería.

Para ello es necesario que el profesional de enfermería desempeñe su rol con un enfoque humanista, de identidad profesional y con un carácter holístico.

Asumiendo en este caso que el humanismo se define como la defensa de lo humano, de todas sus dimensiones, de toda su complejidad, desde este punto de vista y dado que los cuidados enfermeros tienen que ver con el ser humano, no se puede desligar la buena praxis del cuidar de los valores humanistas.35

La Enfermería se nutre de otras ciencias y de ella misma, acumula competencias, habilidades intelectuales, hábitos profesionales, experiencias, e información alrededor del trabajo en cualquiera de sus cuatro grandes perfiles: asistencia, gerencia, docencia e investigación. Dentro de las creencias de las que se nutre se encuentra la bioética.

La bioética es el estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias biológicas y la atención de salud en la medida en que esta conducta se examine a la luz de los valores morales.36

El Proceso de Enfermería, nos permite y obliga a reconsiderar los principios éticos, pues en cada una de sus etapas debemos considerar que:

La validez de la ética del cuidado tiene que ver con el valor de la intimidad de la persona como ser único, que toma decisiones desde sus propios ideales, sus mitos, sus símbolos y su propia visión de la realidad.
En la relación entre el que cuida y el cuidado se establece el reconocimiento del ser humano como tal, en la otra persona, ya que cada una proyecta en el otro la inquietud abierta y comunicativa del humano en sí mismo.37
Por lo tanto, la bioética trata de alcanzar todo aquello que va más allá de los intereses particulares, aquello que sólo los seres humanos quieren y lo que todos desean por su condición.

La revolución del conocimiento asociada a las ciencias de la salud, su práctica y las tecnologías empleadas, trajeron consigo problemas de nuevo tipo y rupturas con los códigos morales vigentes. Este fenómeno nos convoca a reflexionar el camino que ha tomado la sociedad con todos los adelantos científicos y técnicos nunca antes experimentados y divulgados con la rapidez de estos tiempos, en los cuales, aspectos de humanismo, de valores éticos y morales, están siendo soslayados. Por tanto, se hace necesario meditar para poder actuar con ética profesional.

La ética profesional es una “particularidad de la ética general (…) se fundamenta en un modo de producción expresado en las esferas productivas, la circulación de mercancías, la distribución, los servicios”.38

Cada objeto, fenómeno, suceso, tendencia, conducta, idea o concepción, cada resultado de la actividad humana, desempeña una determinada función en la sociedad, favorece u obstaculiza el desarrollo progresivo de esta, y adquiere una u otra significación social, y en tal sentido, es un valor o un antivalor, un valor positivo o un valor negativo.39

Cada persona conforma su propio sistema de valores, en dependencia del nivel de conciencia, de los intereses particulares del sujeto dado con los intereses generales de la sociedad en su conjunto, pero también en dependencia de las influencias educativas y culturales que ese sujeto recibe y de las normas y principios que prevalecen en la sociedad en que viven.

Desde una concepción psicopedagógica, podemos referirnos a la categoría valor como un “componente de la estructura de la personalidad, esencial en la misma, ejerce una función de regulador interno de ella y es socialmente significativo. Es el actuar consecuente a partir de una necesidad interna de las personas”.40

La calidad en la formación del profesional de enfermería no depende exclusivamente de los conocimientos, habilidades intelectuales y hábitos profesionales contemplados en el currículo universitario, sino también de sus motivaciones, de los intereses personales y colectivos, así como los valores que regulan su actuación profesional.

El amor a la profesión, la responsabilidad, el humanismo, la honestidad y la comunicación constituyen valores esenciales, reguladores de la actuación de un profesional competente. Los mismos se reflejan por cada persona de forma diferente en función de sus vivencias, intereses, capacidad; quiere decir esto que no siempre los valores reconocidos por una sociedad como los más importantes son asimilados por sus miembros. Esto ocurre porque el desarrollo de valores en lo individual no es lineal y mecánico, sino que pasa por un complejo proceso de elaboración personal en virtud del cual los seres humanos en interacción con el medio histórico social en el que se desarrollan constituyen sus propios valores.

Dentro del sistema de valores que deben manifestarse en la práctica del Proceso de Enfermería se encuentran los valores éticos.

En el ejercicio profesional los dilemas éticos surgen cuando todo lo que técnicamente puede ser realizado no siempre debe ser realizado. Como consecuencia se requiere de una conducta ética para abordar las situaciones donde este surge. Algunos aspectos que orientan la actuación ética son:

Actitud de escucha.
Empatía.
Ponerse en el lugar de la persona cuidada.
Favorecer la autonomía.41
Entre los principios de la ética profesional a considerar en el desempeño del enfermero se encuentra la no maleficencia (ante todo no hacer daño). Formula una obligación básica, no hacer daño dentro de lo posible. El actuar de enfermería puede causar daño, lo que se reconoce y se plantea es tratar de evitarlo o disminuirlo. La existencia de no maleficencia, se considera como una actitud básica en cualquier acuerdo de relación humana o biológica.

Existen diversas formas de daño físico, tales como la incomodidad y el dolor, que es fundamental tratar de evitarlos. Otra posibilidad de daño es la capacidad para afectar emocional y moralmente al paciente, intervenir en su intimidad o en su privacidad.

La beneficencia es otro principio contenido en la ética profesional, reflejando una actitud muy enraizada a lo humano, al ser beneficiante como algo existencial, que sin darse cuenta, ayuda, tratando de sanar sin un razonamiento previo.

La enfermería es, primordialmente, beneficiante, lleva en ella los valores de la caridad, la compasión y la entrega, como un centro de las mejores cualidades del ser humano. La beneficencia toma una postura activa en estos principios.

Otro de los principios de la propia ética profesional es la justicia. Al ser justos se intenta dar a cada uno lo suyo, con la gran dificultad de lograr saber lo que le corresponde a cada uno, se trata de llegar a una igualdad, a una equidad, como un camino que nunca se termina y siempre se busca.42

La forma en que se ha desarrollado la justicia, o qué es lo justo, ha variado según el contexto en que se realice.

La justicia en las ciencias de la salud se manifiesta a nivel personal, social y político:

A nivel personal: logrando un trato igualitario, valorativo, la igualdad en la forma de relacionarse sin preferencias ni coerción.
A nivel social y político se plantean preguntas tales como: ¿Cómo repartir los recursos de salud? Es un tema que suscita permanentes debates sobre todo en aquellos países más pobres.
Para una mayor comprensión de lo tratado y su vinculación con la actuación profesional del enfermero, es necesario relacionar los aspectos que orientan hacia una actuación en correspondencia con la ética profesional y las etapas del Proceso de Enfermería.

Etapa de valoración:
Respeto a la individualidad del paciente (al realizar la entrevista y el examen físico de enfermería en condiciones de privacidad).
Saber escuchar (durante la entrevista).
Actuar con justicia (al realizar una adecuada clasificación de la información, dando prioridad a los aspectos más importantes).43
Etapa de intervención:
En cuanto a los principios de no maleficencia y beneficencia: al realizar acciones dependientes, interdependientes e independientes de enfermería, para cuya realización deberán ser cuidadosamente seleccionadas las alternativas. Deberá mostrarse el grado de pericia y prudencia.
Respetar la autonomía del paciente (deberá informarse al paciente sobre la técnica o procedimiento a emplear, sus riesgos y beneficios, y sobre todo esperar a tener su consentimiento para proceder).
Actuar con justicia (al jerarquizar al paciente más necesitado o al dar satisfacción a la necesidad más urgente, así como tener siempre disponible los recursos necesarios para socorrer ante una emergencia, desastre o contingencia).43
Etapa de evaluación:
Respeto a la autonomía del paciente (considerando su criterio en relación con el alcance de las expectativas trazadas, que se planifican en función de los avances o logros del paciente y que el enfermero sólo se involucra en ellas, contribuyendo con su competencia y desempeño a que se cumplan lo más rápidamente posible).43
Para que el método de actuación profesional pueda resultar exitoso y materializar de manera eficaz los objetivos de su aplicación, es necesario considerar algunas concepciones y categorías filosóficas que orientan la ética profesional de los enfermeros, cualidad que apunta hacia la excelencia en su rol salubrista, social, familiar y humanista.

En cuanto a las concepciones filosóficas que se refieren al ser o a las creencias que tiene el individuo sobre la existencia se plantea que:

Ser real: expresa la materialidad del mundo. Es un concepto filosófico que designa al mundo objetivo, a la materia, la cual existe independientemente de la conciencia.44

Ser social: es una categoría filosófica que caracteriza la vida material de la sociedad, es primaria respecto a la conciencia social, y existe al margen e independientemente de ella.44

El profesional de enfermería trata con seres humanos, estableciendo como propósito esencial la ayuda a estos. La enfermería tiene tanto que ver con la existencia real de los seres humanos que no resulta sorprendente que esta profesión esté preparada para actuar como agente de cambio.

La responsabilidad profesional del gremio enfermero, consiste en aplicar en todo momento los principios de protección de la humanidad, deben, como edificadores de los sistemas de cuidados y protectores de la salud humana, ayudar a los que acuden en busca de sus cuidados profesionales, encontrar un significado o un propósito a su vida, o a su muerte. Tratando al ser social, modificamos su conciencia social.

El respeto al ser humano es el fundamento de las relaciones humanas y constituye un deber moral de cada hombre que, en el caso de los profesionales de la salud en Cuba socialista, adquiere una connotación mayor, por lo que la propia sociedad les ha asignado un gran encargo: la protección de la salud del pueblo.

La responsabilidad primaria del enfermero profesional es desarrollar un sistema de cuidados dentro de la relación terapéutica y esta plantea cuatro problemas éticos:

Naturaleza de la relación que existe entre la persona que brinda atención de salud y el paciente.
Consentimiento fundado.
Determinación de la calidad de vida.
Definición de la participación ética al tomar decisiones.45
Al manejar los aspectos incorporados se evidencia que el profesional de enfermería, es responsable de respetar siempre al ser humano como un ser unificado, es decir, como una unidad y un todo.

Una propuesta de filosofía para la enfermería, congruente a nuestro análisis, se basa en un sistema de creencias sobre los elementos esenciales que influyen en la misma, centrándose en: los seres humanos, el medio ambiente, la salud, el enfermero y la enfermería.

Seres humanos: se basa en la premisa de que la preocupación fundamental de enfermería es la interacción de los seres humanos con el medio ambiente, en su lucha por alcanzar el equilibrio y una sensación de bienestar. Los seres humanos son organismos integrados que reflejan la capacidad de existir como seres biológicos, pensantes y capaces de sentir.46

Medio ambiente: La sociedad humana está constituida por seres individuales, familias y sistemas comunitarios. Todos los elementos de los seres humanos así como la sociedad en que viven forman el medio ambiente. La conservación o el restablecimiento del equilibrio en las interacciones entre los seres humanos y el medio ambiente, constituyen el bienestar y son elementos de salud.46

Salud: Es el estado de equilibrio óptimo entre el componente biológico, psicológico y social, que le permite a las personas su desarrollo pleno. Este estado es muy susceptible a desequilibrios. La misión de todos los profesionales vinculados a los sistemas de cuidados profesionales deberá centrar sus estrategias considerando a los componentes ya enunciados, en esta tarea la profesión de enfermería desempeña un rol coordinador y protagónico.46

Enfermero: El profesional de enfermería es el responsable de brindar cuidados profesionales, asiste en la promoción, conservación y restablecimiento de la salud de los individuos, familias y comunidades en una amplia variedad de entornos. Este se socializa en una imagen profesional al incrementar la conciencia que tiene de sí mismo y al fomentar el respeto hacia sus capacidades como enfermero.46

Enfermería: Es un proceso que comprende juicios y actos dirigidos a la conservación, promoción o restablecimiento del equilibrio en los sistemas humanos.46

El Proceso de Enfermería se lleva a cabo gracias a la relación de colaboración existente entre el enfermero profesional y el usuario, que incluye diferentes manifestaciones de comunicación interpersonal, entre ellos, con otras personas importantes para el usuario y con quienes forman parte del sistema de servicios de salud. Este modo de actuación, avizoramos, contribuirá al reconocimiento y consolidación de la enfermería como disciplina científica ya que a través de este se podrán validar teorías y filosofías en función de los sistemas de cuidados.

La meta del profesional de enfermería es fomentar la salud, la cual produce cambios para fomentar el bienestar.

CONSIDERACIONES FINALES
Basándonos en aquellos aspectos esenciales que consideramos son de obligatoria referencia para abordar este fenómeno, concluimos que la influencia del pensamiento humanista y filosófico en el modo de actuación profesional de enfermería se materializa al considerar que:

La Enfermería ha avanzado con decisión para instaurarse como disciplina científica, acumula competencias, habilidades intelectuales, hábitos profesionales, experiencias e información alrededor del trabajo en cualquier medio, y en especial la comunidad, que la convierte en un ente transformador y útil en el equipo de salud apoyándose entre otros métodos en el Proceso de Enfermería.
La calidad en la formación del profesional de enfermería no depende exclusivamente de los conocimientos, habilidades intelectuales y hábitos profesionales contemplados en el currículo universitario, sino también de sus motivaciones, de los intereses personales y colectivos, así como el sistema de valores que regulan su ética profesional.
No se puede desligar la buena praxis del cuidar de los valores humanistas, pues los cuidados enfermeros tienen que ver con el ser humano, con la defensa de todas sus dimensiones, de toda su complejidad.
Entre los nuevos roles reconocidos para los enfermeros profesionales se encuentran: como agente de cambio, defensor y colaborador de la profesión. Basados en la suposición filosófica de que la meta del profesional de enfermería es fomentar la salud, la producción de cambios para promover el bienestar, empleando como filosofía de la enfermería una propuesta que incluye con enfoque sistémico a los componentes: seres humanos, medio ambiente, salud, enfermero y enfermería.
Summary
Influence of the humanistic and philosophical thinking on the nursing professional mode of acting
A bibliographic review was made to assess the influence of humanistic and philosophical thinking in Nursing professional thinking. In our analysis, the institutionalization process of professional nursing is considered, as well as the necessary linking established among philosophical thinking, the most genuine elements of medical ethics, bioethics, and the nursing care process, to lay down strategies of professional care where the humanizing process in the art of care leads to health services of excellence in this century, as an answer to the increasing demand of personalizing health care. It was concluded that it is necessary to link knowledges of other sciences with nursing to materialize its object of study in a holistic way, since the quality of training of this professional does not depend exclusively on knowledge, intellectual abilities, and professional habits registered in the university curriculum vitae, but also on his motivations, on his personal and collective interests, as well as on the system of values regulating his professional ethics, since it is impossible to separate the good praxis from taking care of the humanistic values, starting from a proposal of nursing philosophy that includes the following components with a systemic approach: human beings, environment, health, nurse, and nursing.

Key words: Humanistic and philosophical thinking, professional nursing acting, professional nursing.

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Recibido: 15 de junio de 2006. Aprobado: 8 de noviembre de 2006.
M.Sc. Alain Agramonte del Sol. Metodólogo del Centro Nacional de Perfeccionamiento Técnico y Profesional de la Salud “Dr. Fermín Valdés Domínguez”, miembro del Comité Académico de Enfermería, Profesor Asistente del ISCM-H, Integrante del Ejecutivo Provincial de la Filial Ciudad Habana de la SOCUENF , Miembro Titular de la SOCUENF.